El sector turístico se declara preparado para enfrentar el lento proceso de reactivación que comenzará el 12 de octubre, fecha impuesta por el Gobierno para que toda la industria retome sus actividades después de un parón obligatorio provocado por la pandemia del coronavirus en marzo pasado.
Descontando los hoteles que se utilizan para atender a pacientes leves de coronavirus (Covid-19), el resto de la plaza, cerca de 30 mil habitaciones a nivel nacional, han permanecido cerradas. Igual, la flota de transporte utilizada por los operadores de turismo receptivo ha permanecido estacionada sin generar fondos.
A diferencia de otros destinos, como Colombia y Costa Rica, que registraron un 2019 positivo, el turismo panameño comenzaba el 2020 con la esperanza de dejar los números rojos del pasado, pero la historia fue diferente desde mediados de marzo, reportando una pérdida diaria estimada en 12 millones de dólares.
La cifra no es poca cosa tomando en cuenta que el sector sumó más de 6 meses y medio cerrado. Cálculos preliminares apuntan a que durante el periodo de cierre la economía dejó de percibir más de 2 mil 100 millones de dólares que debía haber generado la actividad turística.
Ernesto Orillac, presidente de la Cámara de Turismo de Panamá (Camtur), comentó que será un camino largo el que tendrá que recorrer la industria para reponerse de las pérdidas provocadas por la pandemia.
Armando Rodríguez, presidente de la Asociación Panameña de Hoteles (Apatel), indicó que una encuesta realizada por el gremio arrojó que el 68% de los centros de hospedaje no abrirán el 12 de octubre, mientras que un 26% lo hará a partir d enero de 2021, ya que primero debe generarse la demanda para poder abrir, y no es hasta ese mismo día que el Aeropuerto Internacional de Tocumen comenzará a recibir vuelos internacionales.
Rodríguez indicó que la falta de planes de financiamiento flexibles para el sector, así como la baja demanda y poca flexibilización laboral, impedirá que muchos hoteles esperen hasta el otro año para retomar operaciones.
Las proyecciones de la demanda de viajes al extranjero continúan deteriorándose para los próximos meses. En agosto, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), estimaba que el movimiento de pasajeros internacionales en 2020 se contrajerá un 63%, pero, tras revisar los datos de septiembre, ahora se vislumbra que el retroceso superará el 66%, situación que se estima continuará empeorando durante la temporada de baja de invierno, indicó Peter Cerdá, vicepresidente de IATA.
Orillac hizo un llamado a las autoridades para que se establezca una fecha para que Panamá comience a recibir eventos internacionales pequeños y medianos, ya que el segmento de congresos es el único que tiene el potencial de impulsar rápidamente la ocupación en la ciudad capital, donde hay más de 20 mil habitaciones.
Informes de la industria indican que un evento de 500 participantes genera un gasto por persona de 2 mil 100 dólares, de los cuales, el 85% se destina al pasaje aéreo y hospedaje.
Dentro del cronograma de apertura establecido por el Ministerio de Salud, el sector de congresos y convenciones, al igual que ferias, discotecas, entre otros, no tienen un fecha posible de apertura.
Luis Ricardo Martínez, presidente de la Asociación Panameña de Profesionales en Congresos, Exposiciones y Afines (Appce), comentó que es importante hacer la diferencia entre un congreso y una feria, ya que las reuniones son eventos controlados, en los que se establecen protocolos de distanciamiento.
Indica que la tecnología ha permitido mantener reuniones y eventos, pero no podrá reemplazar, a largo plazo, los encuentros presenciales, realidad que han entendido otros destinos, que ya están apostando a las reuniones.
Aseguró que, junto el sector turístico, el segmento de congresos y convenciones representa más de 280 mil puestos de empleos, que, a la fecha, continúan suspendidos.
De extenderse la pandemia más allá del inicio de 2021, se calcula que Panamá podría perder unos 2 mil eventos. Solo en los primeros meses de la cuarentena se cancelaron más de 300 reuniones.
Centro de Amador
Fechas claras: Esta es la petición que hacen los representantes de la industria turística y de convenciones a las autoridades sobre el uso que se le dará al nuevo centro de convenciones Amador.
El Ministerio de Salud (Minsa) continúa con el plan de habilitar 784 camas hospitalarias en el nuevo anfiteatro, proyecto que registra un avance de 99% en su fase de construcción.
La obra debió estar terminada hace 6 años, pero debido a problemas financieros de los primeros contratistas, así como fallas durante la ejecución, han dilatado la terminación del contrato que tiene un costo de 217 millones de dólares.
La invitación que realizó el Minsa para habilitar parte del edificio de 60 mil metros cuadrados fue acogida por 6 empresas que presentaron ofertas que oscilaron entre los 2.7 millones de dólares hasta 7.5 millones de dólares.
Martínez explicó que es necesario conocer el tiempo que se estaría utilizando el nuevo complejo, y es que señala que la negociación de eventos internacionales puede tomar años.
