Comentaristas italianos subrayaron ayer el hecho de que en vista del fuerte endeudamiento de Fiat, los bancos podrían tener una fuerte voz a la hora de elegir a un sucesor de Agnelli, cuyo cadáver fue trasladado este sábado a la planta histórica de Fiat en Turín.
Umberto Agnelli murió el jueves de cáncer a los 69 años, apenas un año después de asumir la presidencia del consorcio, tras la muerte de su hermano Giovanni.
Entre los posibles sucesores se barajan los nombres del hasta ahora presidente de la junta directiva, Giuseppe Morchio, así como los altos directivos Gianluigi Gabetti y Daniel John Winteler.
Umberto era el último portador del apellido Agnelli. La herencia del clan está ahora en manos de John Philip Elkann, de 28 años y nieto de Giovanni Agnelli. Sin embargo, está considerado demasiado joven para asumir oficialmente el liderazgo de la compañía.
Mientras tanto, más de 50 mil personas se acercaron ayer a la planta histórica del consorcio automotor italiano Fiat, en Turín, para darle el último adiós al presidente de la compañía, Umberto Agnelli.
Entre los asistentes se encontraba el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, así como numerosos trabajadores de la empresa.
A continuación tuvo lugar el entierro del cadáver en la capilla privada de la dinastía Agnelli, en una ceremonia en la que participó sólo el más estrecho círculo familiar.
Umberto Agnelli asumió la presidencia del consorcio a comienzos de 2003, tras la muerte de su hermano Giovanni.
La pregunta de quién ocupará la cúpula del consorcio automotor italiano Fiat seguía totalmente abierta.
Comentaristas italianos subrayan el hecho de que en vista del gran endeudamiento de Fiat, los bancos podrían tener una fuerte voz a la hora de elegir a un sucesor de Agnelli.
Umberto era el último portador del apellido Agnelli. La herencia del clan está ahora en manos de John Philip Elkann, de 28 años y nieto de Giovanni Agnelli. Sin embargo, está considerado demasiado joven para asumir oficialmente el liderazgo de la compañía.
En las últimas semanas circularon rumores sobre su estado de salud, después de que no asistiese a la asamblea de accionistas de Fiat ,celebrada el pasado 11 de mayo.
Su última aparición pública tuvo lugar a finales de abril. "Con Umberto Agnelli pierdo un gran amigo, con el que durante más de 30 años he compartido momentos hermosos y difíciles", dijo el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo.
El jefe de Estado italiano, Carlo Azeglio Ciampi, elogió su contribución a la ciudad de Turín y a toda Italia en el telegrama de condolencia: "En sus últimos días le debió haber servido como consuelo saber que había encauzado el saneamiento de la empresa y tener la certeza de que su ciudad y su país le están profundamente agradecidos".
Después de la muerte de su hermano, "el dottore" , como los italianos se referían al tímido abogado, contribuyó decisivamente en la elaboración de un plan de saneamiento para la multinacional, que atravesaba una fuerte crisis.
Para ello se rodeó de nuevos directivos y volvió a centrar el grupo en el principal negocio de la empresa, los coches.
Bajo su mando, el nuevo equipo consiguió mejorar la precaria situación económica del grupo automotor. "En estos 15 meses hemos trabajado duramente y desde el principio me impresionó su profundo amor por Fiat, su sentido del deber y de la responsabilidad", dijo el presidente del consejo de administración, Giuseppe Morchio.
Los empleados de todas las fábricas de Fiat en Italia detuvieron su labor durante un minuto para recordar a Agnelli.
La dinastía Agnelli se ha visto azotada por trágicos golpes del destino. Tanto Umberto como su hermano Giovanni enterraron a sus hijos hace unos años.
El vástago de Umberto, Giovanni Alberto Agnelli, murió de un extraño cáncer en 1997, mientras que el único hijo de Giovanni, Edoardo, se suicidó hace cuatro años.
Umberto era el último varón que llevaba el apellido Agnelli. El legado de la dinastía pasa ahora a manos de John Philip Elkann, hijo de Margarita, la hija de Giovanni.
Su abuelo ya lo hizo entrar en el consejo de vigilancia de la empresa en 1998, para prepararle para su futuro.
Debido a su joven edad, durante los próximos años el control de Fiat estará en manos de un directivo que no pertenecerá a la familia. El diario La Repubblica especula con que Morchio podría pasar a presidir la empresa.
Otra de las posibilidades que se contemplan es el regreso del anterior jefe del consejo de administración Gabriele Galateri, actualmente al frente de la poderosa Mediobanca.
