En la actualidad uno de los mayores retos que tienen las empresas y las marcas es lograr una mayor conexión con la sociedad, en tiempos de una crisis global que espera de éstas un compromiso significativo y hechos más que palabras.
En un entorno de crisis como el actual, los ciudadanos y consumidores exigen de las empresas y sus marcas un compromiso más relevante y significativo, que tengan un impacto real y positivo en sus vidas y en las de quienes les rodean, que sean útiles y solidarias para transitar éstos tiempos.
Simon Sinek, un reconocido escritor inglés, plantea que la gente no compra lo que haces, compra el porqué lo haces y de esto se trata el tan aclamado propósito corporativo.
Es tiempo de poner en práctica el propósito que las empresas han declarado, con mayor énfasis.
Una vez superada la crisis, aquellas empresas que hayan demostrado su compromiso con la sociedad y con la gente tendrán una más rápida recuperación, porque su reputación y su carácter serán reconocidos y premiados.
Este compromiso tiene implicaciones en los procesos productivos y la narrativa de marketing de las empresas, la cual ha tenido que cambiar para enfocarse menos en sus productos o sus ventajas competitivas como marca y comunicar a escala humana, cercana y atenta a las necesidades de la gente.
Esto supone que las empresas inevitablemente tengan una posición frente a los temas reales de nuestra sociedad como la atención a los más vulnerables, apoyo a causas sociales, desarrollo de programas para contribución en materia sanitaria para enfrentar la crisis de la Covid-19; entre otros aspectos.
Hoy queda demostrado que las empresas y las marcas tienen un gran potencial para transformar el mundo y poner en práctica una visión para aportar a los ciudadanos y consumidores productos, iniciativas y recursos para ver el futuro con optimismo.
Esta semana Sumarse presentó un informe muy interesante elaborado por mis apreciados amigos y colegas Bruno Basile y Paulina Rodríguez de la empresa Komunika, en el cual hacen un resumen del aporte que están haciendo los distintos sectores y las empresas en el país para ser parte de la solución a una crisis sin precedentes en nuestra era.
Las “Buenas prácticas de solidaridad empresarial ante el Covid-19” y las medidas del sector privado, en alianza con el gobierno, constituyen la clave para que la sociedad en su conjunto pueda superar la crisis y recibir el respaldo y apoyo que requiere en estos momentos, particularmente las poblaciones que tienen menor capacidad para transitar los tiempos de cuarentena con sus necesidades básicas cubiertas.
Este es el poder de las marcas y hoy vivimos un hito histórico en la gestión corporativa que establecerá un antes y un después en su forma de entender el potencial de sus capacidades para transformar positivamente a la sociedad.
El autor consultor en comunicación estratégica
