Unas 40 mil empresas lideradas por mujeres en Panamá no logran establecerse. Es decir, son negocios que, tras pasar los 3.5 años de operatividad, cierran sus puertas, según el último reporte del Monitor Global de Emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés).
La falta de financiamiento, responsabilidades en el hogar y temores son los principales obstáculos, pero no los únicos. De acuerdo con el GEM, 68 de cada 100 mujeres abandona su negocio porque no resultó rentable.
La génesis del problema radica en que no hay diversificación en el mercado. La mayoría de las emprendedoras optan por actividades saturadas, como comercio al por mayor, hoteles y restaurantes, así como servicios profesionales, indica.
“Pese a las diferentes barreras que hay, tanto para hombres y mujeres, en materia de emprendimiento, resulta siempre más complicado para las mujeres establecer un negocio”, asegura María Cecilia Dopeso, ministra de la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme).
Distingue el hecho de no lograr el empoderamiento personal acompañado del desarrollo de una verdadera cultura emprendedora desde las escuelas, las desigualdades en las labores del hogar, la carencia de historiales crediticios o de garantías y falta de experiencia en trabajos formales, como algunas de las barreras que les impiden a las mujeres mantener sus nuevos modelos de negocios.
El GEM 2017 revela que en Panamá el 16% de las mujeres abandona sus negocios por motivos personales y familiares, y el 4% por la falta de financiamiento, reflejando claramente que el componente de las responsabilidades que estas tienen dentro del hogar influye en su desarrollo empresarial.
No obstante, varias panameñas han logrado derribar los obstáculos de los emprendimientos incipientes y se han posicionado en la cima del mercado local, como es el caso de Min Chen, Lucy Aronátegui, Zaira Lombardo, entre otras.
