Cansado, sudoroso, pero con la idea fija de alcanzar su objetivo, Miguel avanza hasta la cima, en donde, al llegar, arrebatará el ansiado fruto que luego intercambiará con algunos colombianos que llegan por esos lares.
Mientras desgaja los cocos, siente el ondulante movimiento de la brisa que se pasea por todo su ser, desprendiendo diminutas gotas de sudor que caen lentamente en la tierra de sus ancestros en Kuna Yala. Desde niño, Miguel aprendió a subir palmeras, pues de eso depende en parte el sustento de su familia.
Los últimos datos oficiales revelan que en Kuna Yala el cocotero es el cultivo de mayor importancia comercial, del cual se benefician unos 2 mil 949 productores y sus familias, que dependen en un 60 a 80% de la venta de la nuez.
Pero, ahora las palmeras se han enfermado con una extraña enfermedad parecida al Cadang-Cadang, o muerte lenta, como la llaman los nativos de la isla de Guam, en la Polinesia. Esta enfermedad fue detectada en 1918 en dicha isla, y puede matar la planta en un lapso de 20 años; de allí el nombre que le dieron los nativos. Solo en San Miguel, en Filipinas, dicha enfermedad provocó la muerte de 250 mil palmas.
Al describir los síntomas de la enfermedad, un estudio de K. Maramorosch (1993) indica que inicialmente aparecen manchas amarillas traslúcidas circulares en las pencas, las cuales aumentan de tamaño. Este síntoma también es detectado en una enfermedad similar que en nuestros países es conocida como Porroca.
Durante los estados iniciales de la enfermedad, aun continúa la producción de las nueces, aunque en una mayor cantidad que en las plantas sanas; aunque las nueces son más pequeñas, deformes y algunas veces escarificadas con rayas marrón.
Cuando hay Cadang-Cadang las plantas afectadas van dejando progresivamente de producir nueces y la producción cesa en un promedio de 18 meses. En la Porroca, este comportamiento es similar, agrega el estudio de Maramorosch.
El científico coincide en señalar que no existe ningún reporte de que alguna planta con síntomas de Cadang-Cadang se haya recuperado y que la enfermedad siempre es mortal. Esto también coincide con el comportamiento de la Porroca.
Estudios recientes indican que la enfermedad es causada por la asociación de dos viroides, organismos relativamente nuevos descubiertos en 1971 por Denier, y que se define como especies de ARN de bajo peso molecular de replicación autónoma.
Sobre la fase de transmisión de la enfermedad, Maramorosch es partidario de que la misma se da por transmisión mecánica, o sea mediante los machetes que se utilizan en las plantaciones, aunque existe otra teoría que señala que la misma se produce mediante la transmisión por el polen.
En tanto, acá en Panamá ahora le toca a las autoridades agropecuarias identificar la enfermedad que afecta a los cocoteros, para que Miguel y los suyos, allá en Kuna Yala, puedan seguir intercambiando esta fruta por las diversas mercancías que les ofrecen algunos colombianos que llegan por esos lares.
