OPINIÓN. El uso excesivo de la tarjeta de crédito puede estar asociado con un tipo de adicción llamado oniomanía. Cuando la obsesión y compulsión por las compras están presentes, estamos ante la aparición de uno o varios trastornos psicológicos, siendo el más frecuente el del estado de ánimo.
El mismo está caracterizado por un deseo desenfrenado por comprar sin necesidad real, por lo que las personas comienzan a llenarse de deudas de una manera incontrolable.
La compra compulsiva produce placer que calma su ansiedad, angustia o dolor.
Está asociado también con un problema de los impulsos, las personas no logran controlar sus impulsos y no tienen control de sus gastos.
Otra causa puede ser una mala educación financiera. Utilizan las tarjetas para comprar y llenar necesidades de lujo (estatus al que no pertenecen), que su presupuesto no le permite, lo que los lleva a quedar cada vez más endeudados. Cuando el pago mínimo supera sus ingresos, terminan en la bancarrota, afectando a su entorno más cercano.
Y un último factor sería el efectos de los medios de comunicación y una sociedad consumista, que los lleva a consumir dinero plástico.
