Los caminos de acceso a sitios de producción y agroturismo en algunos puntos que fueron afectados por deslaves e inundaciones en la provincia de Chiriquí, tras el paso del huracán Eta en noviembre pasado, se mantienen cerrados por los derrumbes. Los caminos no se han rehabilitado.
Por lo menos 11 fincas que se dedican a la producción de café entre Volcán y Río Sereno, a unos 5 kilómetros de la vía principal, están incomunicadas porque no se ha reparado el paso, afirmó Carlos Alfaro, productor de café de esa zona.
Explicó que el grano cosechado ha tenido que dejarlo almacenado en un depósito porque no lo pueden trasladar debido a que el camino está intransitable. En ese sector hubo por lo menos 10 deslaves que bloquearon el paso y se mantiene en las mismas condiciones. Tras lo sucedido en noviembre, el Ministerio de Obras Públicas trasladó una maquinaria al lugar, pero luego el equipo tuvo un desperfecto mecánico y lo retiraron sin terminar los trabajos, explicó Alfaro.
“Tenemos que usar un camino que es mucho más largo y hay que cruzar el río dos veces, pero en estos tiempos de lluvia también es intransitable”, manifestó.
Tras declarar el estado de emergencia el 7 de noviembre de 2020, durante un consejo de gabinete extraordinario, el presidente Laurentino Cortizo anunció que había autorizado $100 millones para las necesidades por los daños causados en Chiriquí, Bocas del Toro, la comarca Ngäbe Buglé, Coclé, Panamá Oeste, Veraguas y Herrera.
Sin embargo, algunos residentes afectados por el temporal en Chiriquí afirman que no han recibido ningún tipo de ayuda y desconocen dónde y en qué se usaron esos recursos. Además de producir café, en esa zona de Volcán hay pozos de aguas termales que son un atractivo para el turismo, pero según los residentes si no tienen acceso, esa actividad se mantendrá paralizada. En otras áreas a lo largo de la vía que conduce de Volcán a Río Sereno, no se ha hecho ningún trabajo y el peligro de deslave es latente con la entrada de las lluvias, alertaron los residentes.
“Se había informado que el Ministerio de Obras Públicas vendría para hacer unos talud pero me quedé esperando”, dijo Gerardo Zuñiga Ureña, damnificado residente de Silla de Pando y propietario de una de las fincas que limita con la carretera hacia Río Sereno donde hubo muchos deslaves.


