Los ministros de Finanzas del G7 anunciaron un compromiso “histórico” para aplicar un impuesto mínimo global y una mejor repartición de los ingresos fiscales procedentes de las grandes empresas, en particular los gigantes de internet, tras una reunión de dos días en Londres.
El G7 se comprometió con un objetivo de una tasa mínima mundial del impuesto de sociedades de “al menos el 15%”, según una declaración conjunta, en la que también se menciona un acuerdo sobre un mejor reparto de los derechos a tasar los beneficios de las grandes multinacionales.
El anuncio del grupo de siete grandes potencias fue calificado de “histórico” y de “momento de orgullo” por el ministro británico de Finanzas, Rishi Sunak, que presidió la reunión como país anfitrión del G7.
Las principales potencias del G7 (Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, Japón, Alemania y Estados Unidos), aprovechando el renovado interés de la administración estadounidense por esta cuestión desde que Joe Biden asumió el cargo de presidente, quieren lograr una reforma global del impuesto de sociedades siguiendo los trabajos realizados hasta ahora en la OCDE.
La medida apunta principalmente a las grandes empresas tecnológicas, muchas de ellas estadounidenses, que pagan impuestos irrisorios a pesar de obtener beneficios de decenas o incluso cientos de miles de millones de dólares, gracias a qué están domiciliadas en países donde la tasa del impuesto de sociedades es muy baja o incluso nula.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, saludó este compromiso sin precedentes que según ella acabará con la espiral descendente de la fiscalidad de las empresas, y aportará justicia a la clase media y a los trabajadores en Estados Unidos y en todo el mundo.
El acuerdo del G7 sobre finanzas es un primer paso, y el mes que viene tenemos una reunión de ministros de finanzas del G20 para seguir avanzando, dijo Sunak, afirmando que el compromiso alcanzado el sábado inyectará equidad en nuestro sistema fiscal mundial.


