Todo no es color de rosa para Aluminio de Panamá. Al igual que el resto de las compañías nacionales, el alto costo de la energía atenta contra la competitividad de esta empresa. En algunos casos, Aluminio de Panamá ha podido asumir los crecientes costos, pero en otros no ha habido más remedio que traspasar el aumento a clientes. Esto preocupa a Miguel Amado, presidente de la empresa, ya que es un elemento que les podría impedir competir, por ejemplo, contra los productos chinos.
El problema energético está golpeando a la empresa en dos frentes: servicio eléctrico -el más caro en la región- y altos precios del gas propano, que han subido 167% en un año.
"Tenemos costos energéticos más altos que nuestros competidores de Colombia y El Salvador", recalcó Amado.
