El iPhone 4 se agotó ayer en las tiendas de Japón a las pocas horas de que saliera a la venta, en un lanzamiento que reunió a centenares de personas que esperaron durante horas en largas filas para hacerse con el último teléfono de Apple.
El codiciado iPhone 4, con un nuevo diseño y mayores prestaciones, sólo estuvo al alcance de unos pocos en una decena de centros de electrónica, en las tiendas japonesas de Apple y en las del proveedor en exclusiva del teléfono: el operador Softbank. Unas 300 personas esperaban ayer la apertura de la principal tienda de Softbank, en el tokiota barrio de Omotesando, de las cuales algunas habían pasado la noche a la intemperie para estar entre las primeras en hacerse con la nueva generación del iPhone. Softbank, que no ha revelado el número de unidades puestas a la venta, empezó a recibir pedidos por adelantado el 15 de junio, pero tres días después suspendió el servicio porque “los encargos excedieron en mucho las proyecciones de la compañía”, dijo el operador.
El presidente de Softbank, Masayoshi Son, confió que el nuevo teléfono de Apple contribuya a aumentar los clientes de la compañía, que ha crecido sobre todo gracias a la aportación de las versiones anteriores del iPhone.
