Los indicadores económicos correspondientes a los meses de septiembre y octubre, periodo en el que se permitió la reapertura de buena parte de las actividades económicas tras un prolongado cierre por la pandemia del nuevo coronavirus, muestran la debilidad de la economía panameña en este periodo.
En construcción, uno de los sectores que tradicionalmente era impulsor del crecimiento, la producción de concreto premezclado fue de 37,399 metros cúbicos en octubre, es decir, un 58.4% menos que en el mismo mes del año anterior.
Índice mensual de actividad económica
El índice mensual de actividad económica registró en septiembre una caída de 22.39%. Se trata de la menor contracción mensual desde el inicio de la pandemia, pero la caída es notable y eleva el acumulado de los nueve primeros meses hasta 18.3%.
Mientras, el valor de la inversión declarada en permisos de construcción en el décimo mes del año fue de $32.8 millones, un 75.1% menos si se compara con los $131.9 millones de octubre del año anterior.
Los indicadores de comercio interno que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censo también marcan registros negativos. Este es el caso de la venta de combustible para consumo nacional, que totalizó 63.6 millones de galones en octubre, un 29.7% menos que en octubre del año anterior.
Por su parte, la venta de autos nuevos fue de 2,892 unidades, registro que supone una mejora paulatina respecto a los meses previos, pero que queda lejos de los 6,034 vendidos en el mismo mes del año anterior, dato que estuvo impulsado por la celebración aquel mes de la feria Panamá Motor Show.
Se vendieron menos autos y menos combustible, y también se movieron muchas menos personas en el transporte público.
En octubre, utilizaron el Metro de Panamá 4.8 millones de pasajeros, cifra que representa una caída de 56.1% respecto a octubre de 2019. Por su parte, los usuarios de MiBus totalizaron 8.3 millones, es decir, un 52.7% menos.
Como sucede con la venta de autos, en octubre se registró cierta mejoría en el número de pasajeros del Metro y MiBus, pero el dato está aún muy lejos de una actividad normalizada.
En la industria manufacturera hubo resultados dispares en octubre. La producción de carne de pollo, por ejemplo, cayó 14.3%, mientras que el sacrificio de ganado porcino creció 7.5% y el de vacuno decreció 6.3%.
En los indicadores que tienen que ver con el comercio exterior, las importaciones cayeron un 37.8% en octubre y las exportaciones lo hicieron un 34.3%. Los envíos al exterior acumulados en los diez meses del año, sin embargo, registran una variación positiva de 17.4% por el impulso de la exportación de minerales y cobre.
El movimiento de carga en los puertos, también vinculado al sector externo, creció 14.2% en octubre, mientras que el tránsito de naves por el Canal de Panamá cayó 7.4% en el mes, aunque el volumen de carga y los ingresos por peajes mejoraron.
Una actividad transversal que es buen termómetro de la economía es el crédito. Según la Superintendencia de Bancos de Panamá, en octubre se desembolsaron $1,227.5 millones en créditos nuevos, cifra que representa una caída de 43.1% si se compara con el mismo mes del año anterior. En el acumulado del año, por su parte, la caída es de 47.9% o $10,791.2 millones menos puestos en la economía para invertir o consumir.
El economista Carlos Araúz dijo que con los niveles de desempleo y contratos suspendidos que limitan el consumo, la incertidumbre que reina sobre la inversión privada y una inversión pública limitada por la situación de las finanzas, el escenario de recuperación es a largo plazo.
Además, la nueva ola de casos del virus y los cierres anunciados para contener su propagación pondrán presión adicional a una maltrecha economía.
Olmedo Estrada, expresidente del Colegio de Economistas, señaló que los cierres tendrán un efecto en la economía. A su juicio, la contracción del producto interno bruto (PIB) al cierre del año sería de, como mínimo, un 15%.
Por su parte, la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura mantiene su estimación previa de una caída de 14.6%. “La estimación no tendría variación por los cierres de fin de año. Pero evidentemente tendría efectos adversos para los hoteles, restaurantes y el comercio en general, ya que las ventas de fin de año son muy importantes para estos sectores”, dijo el gremio.

