ENFOQUE GERENCIAL

La creatividad cotiza al alza



La creatividad es hoy más que nunca un activo que genera un valor económico concreto y ofrece un potencial incuantificable para el desarrollo empresarial, en tiempos donde los modelos de negocios están cambiando, los consumidores adoptan nuevos hábitos y la transformación digital invade cada espacio de nuestra vida.

Una de las competencias más cotizadas en el mercado del talento es la creatividad, de hecho, un estudio preparado por IBM concluye que la principal competencia de los CEO para liderar empresas en entornos complejos como los actuales es la creatividad.

Albert Eisntein lo planteó de esta manera: La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento se limita a todo lo que sabemos y entendemos, mientras que la imaginación abraza el mundo entero, y todo lo que alguna vez habrá que saber y entender. Use la imaginación y la intuición creativa para llegar a una solución lógica más tarde.

Disney encontró una fórmula para abordar este planteamiento, que aplica para los tiempos actuales, y lograr un proceso de desarrollo creativo exitoso y sostenible, lo llamó imagineering, una palabra que integra dos grandes conceptos: imaginación e ingeniería.

Disney dividió el proceso de desarrollo creativo en tres fases claramente identificadas, que sirven para abordar los retos del mundo actual post covid: la primera fase la denominó la del soñador, es un espacio de pensamiento sin límites para inventar e imaginar todo lo que uno quiera, sin barreras, aunque parezca imposible.

La segunda fase del proceso creativo la denominó la fase realista y debe contestar a la pregunta ¿cómo podemos llegar allí?. En esta fase se analizan las ideas que han surgido de la etapa anterior y permite aterrizar los sueños a través de preguntas como: ¿Se puede hacer? ¿Qué pasos hay que seguir? ¿Con qué recursos contamos para ello?. Se pasa de una idea a un propósito.

Por último y una vez superada la fase realista se llega a la fase crítica. Aquí se reta la idea para validar su factibilidad y éxito. Responde a las preguntas: ¿Se puede llegar? ¿Es suficientemente buena?. Esta fase permite identificar la hoja de ruta, viabilidad y posibles barreras para lograrla. La clave es que cada una de las fases esté separada una de la otra, pues una idea poderosa pero disruptiva puede ser destruida en segundos por un crítico y normalmente en las ideas que parecen menos reales es donde está la gran oportunidad.

Robert Dilts, un experto en creatividad, sostiene que un sueño sin la fase realista o crítica no se podría hacer real pero éstas dos necesitan desarrollar una idea. Según Dilts, en nuestra cultura faltan soñadores, nos educan y preparan para ser realistas o críticos pero faltan ideas, personas con imaginación.

John Chambers, expresidente de Cisco, prevé que 40% de las compañías líderes actuales ya no existirán dentro de 10 años y; en este contexto, la creatividad aplicada a los negocios juega un rol fundamental para navegar tiempos de cambio y muy retadores.

El autor es consultor en comunicación estratégica

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