El 4 de enero, un cliente de la ciudad irlandesa de Donegal le pagó con un saco de 15 mil euros. Lo que le sorprendió a Gray no fue que el importe estuviera en efectivo, lo cual es común en Irlanda del Norte, sino la cuestión de la moneda.
Esperaba que me pagara en libras esterlinas, dijo Gray, socio de la firma McClure Watters. Desde su punto de vista, yo estaba en la eurozona. Lo que era su moneda ahora era mi moneda.
Las empresas de Irlanda del Norte están empezando a aceptar el euro. No les quedan muchas opciones. Comparten la única frontera del Reino Unido con un país que usa el euro, la divisa de 303 millones de ciudadanos. La libra irlandesa dejó de tener curso legal en Irlanda el sábado.
El primer ministro británico, Tony Blair, quien respalda en principio la adopción del euro, se verá ayudado si más británicos empiezan a usar el euro como moneda de facto. Cuando la economía británica reúna las condiciones económicas adecuadas, Blair ha dicho que convocará un referéndum y dejará que la gente decida sobre este asunto.
Hasta hace poco, siete de cada 10 británicos, entre ellos los habitantes del Norte de Irlanda, se oponían a la a-dopción del euro, pero ahora dependerá de la decisión que adopte la ciudadanía.