Para atender los buques neopanamax que transitan por las nuevas esclusas del Canal de Panamá, la empresa Operadora Portuaria Centroamericana (OPC), que administra el Puerto Cortés, en Honduras, se propone invertir $624 millones en los próximos 14 años en esa terminal.
Los trabajos corresponden al aumento de la capacidad del muelle para convertir la terminal en una de las piezas del centro logístico de las Américas que promueve Honduras.
A la par de esta ampliación el Gobierno de Honduras construye siete corredores secos, uno de los cuales conectará el Puerto Cortés en el Atlántico con el puerto Amapala, ubicado en el Pacífico.
La ampliación del Puerto Cortés es concebida como un proyecto regional para el movimiento de contenedores en el Atlántico y se convierte en otra infraestructura que competirá con las terminales portuarias del área.
OPC inició operaciones en 2014 e informó que ha logrado aumentar su nivel de productividad al incrementar el número de movimientos de contenedores de 19 a 38 unidades por hora.

Se prevé que el muelle 6 de Puerto Cortés, que se comenzó a construir este año, esté terminado en 2018, como parte de la primera fase de modernización, añadiendo 350 metros de muelle, dos grúas súper pospanamax y 14.5 metros de profundidad al puerto.
La segunda fase está prevista para operar en 2023 con 550 metros de muelle adicional y cuatro grúas pórtico de última generación. Cuando alcance esa fase, la terminal podrá mover 1.8 millones de TEU o unidades equivalentes a 20 pies de largo.
OPC también inició en 2017 la construcción de la nueva zona de cubierta con 30 posiciones para inspección y operación logística. Además, contará con 25 áreas de inspección, 4 de ellas para contenedores frigoríficos.
Dentro del proyecto se contempla infraestructura para autoridades regionales, aduanas de Guatemala, El Salvador y Nicaragua.

