Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señaló ayer que los países de la región deben “encarar un profundo proceso de transformación y explicitar planes estratégicos de recuperación y de inversión asociados a sectores dinámicos de la economía hacia un gran impulso por la sostenibilidad”.
De lo contrario, los flujos mundiales de inversión extranjera directa buscarán activos en sectores estratégicos, como infraestructura, industria de la salud, economía digital en Europa, América del Norte y algunos países de Asia, que han anunciado grandes apoyos estatales, lo que agravaría las asimetrías globales.
Así lo manifestó la secretaria ejecutiva de la Cepal al presentar ayer el estudio anual sobre la “Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2021”.
En su presentación y en el informe se recoge la evolución de la inversión extranjera directa en la región y se destaca la fuerte caída experimentada por Panamá, que se ubicó en 2020 entre los países con peores resultados. Según el reporte de la Cepal, el país pasó de unas entradas positivas de $5,891 millones en 2019 a un resultado negativo de $2,388 millones, lo que supondría una caída de 140.5%.
Estas cifras difieren de las presentadas por la Contraloría General de la República, que también reflejan una reducción sustancial (de 86.4%) pero todavía con un saldo positivo ($588.7 millones).
La variación se explica por distintas metodologías utilizadas para presentar la información, siendo una de las diferencias importantes la consideración que se le da a los préstamos entre filiales.
En cualquiera de los dos casos, las caídas relativas experimentadas por Panamá el año pasado están entre las más pronunciadas de la región.


