El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil Venezuela (INAC) prefirió suspender todos los vuelos con Panamá, antes de incrementar el número de frecuencias que podía operar la aerolínea Copa Airlines desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen hacia ese país.
De acuerdo con la información proporcionada por la Autoridad Aeronáutica Civil (AAC), Panamá había autorizado 9 vuelos a la semana a las aerolíneas venezolanas, mientras que Copa Airlines, solo estaba realizando 3 vuelos en igual periodo.
El 7 de diciembre el gobierno venezolano solicitó a la AAC un incremento en el número de frecuencias a las compañías de ese país. Ante esta solicitud, las autoridades panameñas, pidieron un trato recíproco basado en el acuerdo de frecuencias aéreas que ambas naciones actualizaron en 2015.
La reacción del homólogo venezolano fue suspender todas las frecuencias entre los dos países, cancelación que se hizo efectiva el 13 de diciembre, afectando las operaciones de Copa Airlines y de la aerolínea Laser de Venezuela.
Esta decisión llevó a la AAC a tomar una postura simular, aunque Panamá dejó la posibilidad de establecer un dialogo para retomar la conexión aérea en beneficio de la población y las relaciones comerciales entre los dos países.
El acuerdo de 2015 permite hasta 65 vuelos a la semana entre Panamá y Venezuela.

