El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, señaló ayer que la región de América Latina en general y Panamá en particular están ante una “oportunidad generacional” a raíz de la transformación de las cadenas globales de suministro.
El fenómeno, que se conoce por el término en inglés nearshoring, consiste en acercar los centros de producción a los mercados de consumo, lo que se puede traducir en la relocalización en la región de negocios instalados en Asia.
Claver-Carone, que participó ayer en el foro “Panamá: El centro de América y su rol en el fortalecimiento de las cadenas regionales de valor”, dijo que “los países con mayor participación en las cadenas globales de valor son más productivos y prósperos”.
Apuntó que un aumento del 10% en el nivel de participación de un país en dichas cadenas conduce a un aumento del 14% en el producto interno bruto per cápita.
El banco multilateral calcula que si Panamá pudiera captar el 1% de las importaciones que Estados Unidos realiza desde fuera de las Américas de productos que Panamá hoy ya exporta al país norteamericano, podría generar $1,900 millones de exportaciones adicionales.
La ubicación geográfica, la red de tratados de libre comercio, la conectividad y la estabilidad política y económica son algunos de los atributos que elevan el atractivo de Panamá para sacar provecho de esta nueva tendencia, según se analizó ayer en el foro, en el participaron algunas de las multinacionales que tienen presencia en el país.
El ministro de Comercio e Industrias, Ramón Martínez, se refirió a la creación del régimen especial para el establecimiento y la operación de empresas multinacionales para la prestación de servicios relacionados con la manufactura, conocido como EMMA, que busca atraer al país a empresas de manufactura liviana.
El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, dijo que la salida del Reino Unido de la Unión Europa, el conflicto comercial entre China y Estados Unidos y más recientemente la pandemia son eventos que han acentuado una tendencia hacia las cadenas de suministro más cortas.
“La oportunidad que tiene el Canal es aprovechar la capacidad de diversificación, apoyar el ejercicio que está haciendo el país en materia de poder agregar mayor valor a través de Panamá a los servicios de comercio internacional, preservando en todo momento la institucionalidad del Canal de Panamá”, dijo el administrador.
El Canal participará de este proceso a través de las propias inversiones y de la modernización de la plataforma. Vásquez dijo que para los próximos años tienen previsto invertir $4,000 millones y que están conversando con los proveedores de servicios y con las cadenas de valor para ver cómo el canal hace una contribución importante para la facilitación del comercio.


