Las posturas del sector empresarial y los gremios de trabajadores sindicalizados serían de las más antagónicas en la historia reciente respecto a la fijación del salario mínimo.
Con una crisis económica a cuestas y en medio de una pandemia, los empresarios sentados en la Comisión Nacional de Salario Mínimo creen que no es el momento para establecer incrementos en la escala salarial, atendiendo las dificultades que han tenido la mayoría de las empresas para reactivar sus operaciones, tras un largo confinamiento en 2020 como estrategia del Gobierno para frenar la pandemia.
Los trabajadores, por su parte, han expresado que para reanimar la demanda y el consumo necesitan que se aumente el salario y que además se establezcan medidas para congelar los precios de todos los productos de la canasta básica y los servicios básicos, cuando se incrementen sus ingresos.
Ayer se reunieron en Aguadulce, Coclé, los representantes de la Comisión Nacional de Salario Mínimo, integrada de manera tripartita por representantes del sector empresarial, sector trabajador y gubernamental.
Tras la reunión de cortesía de sala, en la que participaron representaciones de las provincias de Coclé, Herrera, Veraguas y Los Santos, este diario pudo conversar con miembros del sector empresarial y trabajador, quienes definen la temperatura de las negociaciones y la consecuente deliberación.
“Nuestro interés como rectores de la relación laboral, al igual que el señor Presidente Laurentino Cortizo, es seguir promoviendo el diálogo y generar espacios de entendimiento entre los sectores“.
Doris Zapata, ministra de Trabajo
La representante de la Federación de Cámaras de Comercio de la República de Panamá (Fedecamaras), Fulvia Bósquez, dijo que la línea de los empresarios es la misma: “El salario mínimo no debe ser tocado por la situación económica que se está viviendo”.
Por ahora, indicó, se debe establecer un proceso de revisión de todos los elementos que tienen incidencia directa en el salario, esperar a que se reanime la economía y darle paso al esperado proceso de reactivación de la demanda para hablar de ajustes en 2024.
“La ley no especifica que el salario se debe aumentar, tal como ha sucedido cada dos años”, dijo Bósquez.
Mario Serrano, coordinador del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), se opone desde ahora a tales planes.
A su juicio, el sector empresarial está interpretando la ley erróneamente, entendiendo que el salario se puede revisar sin hacer algún ajuste.
De allí que se mantiene en su posición de que se aumenten los ingresos de los trabajadores y que, además, se establezca un salario mínimo único a nivel nacional.
La fijación del salario mínimo en Panamá está amparado en lo que dictamina la Constitución Nacional y el Código de Trabajo.
La Constitución de la República de Panamá indica en su artículo 66 que “la Ley establecerá la manera de ajustar periódicamente el salario o sueldo mínimo del trabajador, con el fin de cubrir las necesidades normales de su familia, mejorar su nivel de vida, según las condiciones particulares de cada región y de cada actividad económica; podrá determinar asimismo el método para fijar salarios o sueldos mínimos por profesión u oficio”.
Mientras que el artículo 174 del Código de Trabajo precisa que el salario mínimo será fijado periódicamente, por lo menos cada dos años, atendiendo a la recomendación de la Comisión Nacional de Salario Mínimo y por decreto del órgano ejecutivo.
Ayer se desarrolló la segunda reunión de la Comisión del Salario Mínimo y aún no se presentan propuestas en firme.
Por eso es que el representante de Conato prefiere no hablar de los incrementos porcentuales que esperan obtener para los trabajadores.
“Lo que sí podemos decir, por ahora, es que creemos que debido al alza sostenida de precios en todos los productos de primera necesidad, es evidente que debe acogerse un incremento salarial”, dijo Serrano.
Bósquez, por su parte, estima que una medida de este tipo será insostenible para la mayoría de las empresas, por lo que el supuesto remedio sería peor que la enfermedad.
A su juicio, un alza generalizada de salarios traerá más desempleo e informalidad, algo que se intenta frenar a costa de todo, cuando el país tiene más de 280 mil desocupados y 700 mil empleados informales.
Las próximas reuniones de la Comisión del Salario Mínimo están pautadas entre el 1 y el 15 de diciembre.
Cuando se instaló la comisión, la ministra de Trabajo. Doris Zapata, calculó que para mediados de diciembre se podría tener acordado el nuevo salario mínimo.
Antes se revisaría y discutirá la situación de las diferentes actividades económicas para determinar el salario que regirá desde el 1 de enero de 2022.
De acuerdo con lo que estipula la norma panameña, si las partes no logran un acuerdo, le compete al Órgano Ejecutivo fijar las tasas del salario mínimo que regirán para las actividades económicas a nivel nacional durante dos años, considerando la realidad social del país.
Los representantes de Fedecamaras y Conato dijeron que esperan crear un ambiente armónico para que se tome en cuenta la mejor decisión para el país, los trabajadores y las empresas.
En algo en lo que coinciden es que se deben buscar incentivos para que la canasta básica se mantenga en una escala de precios manejable para quienes devengan salario mínimo.
“Hay gastos que son sumamente altos, como la luz, y los medicamentos, sin contar con la factura que el país asume al no tener un sistema educativo unitario y robusto”, dijo Bósquez.

