La recuperación del real, en un 14,41% en lo que va de año y un 9,63% solo en abril, refleja las decisiones del gobierno de Lula y la satisfacción de mercados e inversores por la determinación de éste en llevar a cabo las reformas del sistema de pensiones y tributaria, que deben ser presentadas en el Congreso el próximo día 30.
Aunque un real revitalizado perjudica a las exportaciones brasileñas y aumentará la dependencia del país de financiación externa, va a hacer bajar el precio de productos como la gasolina y abrirá espacio para la caída de la inflación y con ella la ansiada reducción de los tipos de interés, ahora en el 26,5%.
"Hasta ahora, las decisiones efectivas tomadas por el gobierno de Lula han disuelto la perspectiva de un gobierno de izquierda irresponsable y han sedimentado, en su lugar, una reputación de consistencia", reconoce la consultora Goes&Consultores Asociados en su informe semanal, alabada a los cuatro vientos por instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El hecho aparente de alejar el riesgo de default y renegociar la deuda interna le está valiendo al gobierno de Lula una "buena voluntad generosa de los mercados y empresarios", reconocen los analistas de la consultora.
Y es que la confianza en Brasil está de vuelta, como lo ponen en evidencia las captaciones de empresas y bancos en el exterior y la acogida a los títulos de deuda brasileña.
