El banco francés BNP Paribas, luego de hacer por 57 años negocios en Panamá, se mantiene firme en su decisión de vender sus operaciones.
Los esfuerzos de disuasión de los reguladores para que el banco se quede no han dado resultado.
Ahora solo falta conocer el nombre del banco o los bancos que se quedarán con estas operaciones, catalogadas por conocedores de la materia como “muy buenas, sanas y apetitosas”.
Son dos licencias general y una fiduciaria. La cartera crediticia asciende a $2 mil millones, de los cuales $607 millones corresponden a préstamos locales y mil 445 millones a extranjeros y depósitos de $2 mil 710 millones.
Tomando en cuenta el tamaño de las operaciones, el tipo de negocios y las circunstancias por las que atraviesa el sector financiero, es poco probable que un solo grupo pueda comprar el paquete completo.
Experimentados banqueros y analistas coincidieron en señalar que en la transacción pudieran participar varios bancos (aunque la lista no sería muy larga), porque prevén que se venderá por partes o en divisiones.
Si “lo filetean”, en la jugada podría estar Banco General, Banco Aliado o Tower Bank, HSBC (aunque aún lidia con la fusión con Banistmo), Scotiabank o el Santander. “Podría ser un extranjero que haya permanecido callado”, dijeron.
Luis H. Moreno considera que se lo van a repartir “en trozos digeribles” de acuerdo a la capacidad que tenga cada banco.
El presidente de Banco General, Federico Humbert, se limitó a comentar que siempre que hayan oportunidades que estén acordes a sus estrategias, las analizan.

