Panamá no puede quedarse rezagada frente a sus competidores más cercanos en la industria aeroportuaria.
México, Colombia, Perú y otros países vecinos cumplen un ambicioso plan inversionista para atender la demanda aérea regional, la cual crecerá a un ritmo de 6% anual, advirtió ayer Pedro Heilbron, presidente de Copa Airlines, en el foro Café con La Prensa titulado ‘Tocumen ampliado ¿y ahora qué?”.
Tal competitividad regional obliga a Panamá a que una vez culmine la expansión del aeropuerto de Tocumen, se inicié la construcción de la tercera pista, sostuvo. Aunque el plan es que esta infraestructura esté operativa en 2025, “no podemos esperar tanto, [y] debe estar para 2023”.
El ejecutivo esbozó las cualidades que han hecho de Panamá un hub de conexiones ejemplo en la región. “Hemos tenido la suerte en la industria aérea de que el Gobierno escuche” las observaciones del sector y de los usuarios. Prueba de esta comunicación fueron “los correctivos” hechos sobre el “mal diseño” original de la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Tocumen.
A su juicio, se debe acelerarse el rediseño del espacio aéreo. “Necesitamos pasar de 35 operaciones por hora, a 46. Y la única manera es rediseñar el espacio aéreo para que sean eficientes los aterrizajes y despegues, y contar con la tercera pista [para] evitar congestionamiento en tierra y en el cielo”.
Comentó el esfuerzo para promover a Panamá como destino turístico, con promociones y mejores tarifas, pero que el trabajo es conjunto con las entidades oficiales. Y para no perder competitividad, reiteró, debe seguir la inversión en infraestructura, zonas especiales de carga y plantearse la construcción de un oleoducto para suministrar combustible en Tocumen.
