Con los elevados precios de los combustibles que se han registrado este año, muchos consumidores se preguntan si es viable migrar al uso de gasolina de 91 octanos.
¿Representará realmente un ahorro cambiar de 95 a 91 octanos? ¿Se deteriorará el auto con una gasolina de menor octanaje?
Estas son las interrogantes que con frecuencia resaltan en una conversación, en especial cuando participan propietarios de un vehículo cuyo tanque es de 17 galones y se llena con $67.83, si usan 91 octanos, o $74.29 si prefieren la de 95 octanos.
Las versiones respecto a este tema son variadas. Raúl Abadía, vicepresidente comercial de Petroautos (representante de la marca Hyundai en Panamá), advierte que lo más importante es saber cuál es el tipo de combustible que recomienda usar el fabricante.
“Si el manual del propietario dice que se puede usar gasolina desde 91 octanos, el auto no debe presentar ningún problema”, dijo.
“Cuando una persona usa 91 octanos en lugar de los 95 octanos como indica el fabricante, puede ocurrir una situación en el motor llamada detonación. Se pueden percibir ruidos como un cascabeleo, esto traerá consigo daños como el picado de los pistones”, detalló Rodolfo Rodríguez, instructor de productos de Panamotor, distribuidora en Panamá de la marca Nissan.
El especialista en hidrocarburos, Wolfram González, indica que “si utiliza 91 octanos y su auto fue diseñado por los ingenieros para que use 95 octanos, estaría experimentando ignición prematura dentro de la cámara de combustión y desajustando el motor. Esto incide directamente en que los pistones golpeen las paredes durante su recorrido, ocasionando daños a los anillos y dejando pasar aceite a la cámara de combustión. En resumen, se corre el riesgo de ocasionar daños mayores al auto”.
Las consecuencias pueden llegar a ser nefastas. El motor sufriría daños permanentes que pueden hacer que las reparaciones sean económicamente no viables. Es decir, que la reparación llegaría a costar más que comprar un motor nuevo, dijo, por su parte, Samuel Quintero, especialista de producto de Ricardo Pérez, distribuidores de Toyota en Panamá.
Por otro lado, si el fabricante le indica en el manual del propietario que puede utilizar 91 octanos y la persona decide por cuenta propia usar gasolina de 95 octanos, el auto tendría mejor rendimiento, pero es casi imperceptible tanto en potencia como en consumo, detalló, en tanto, Álvaro Yanis, director de ventas de Petroautos.
Mientras que el técnico Rodolfo Rodríguez opina que aquellos que piensan que van a economizar dinero y ganar potencia cambiándose de 91 octanos a 95, están equivocados.
“Se aumentaría el costo de operación, pero no habría ahorro de consumo o aumento en la potencia del auto”, aseguró, por su parte, el especialista Samuel Quintero.
Hay técnicos en automotriz que aseguran que usar ambos tipos de gasolina puede afectar los sensores de oxígeno y los catalizadores.
No obstante, los expertos en la materia recomiendan que en todo caso, si el cliente migra de un octanaje a otro, debe esperar que el tanque de combustible esté vacío. Otros aseguran que no hay grandes afectaciones si se combinan ambas gasolinas.




