Las ventas de nuevas viviendas se aceleraron el mes pasado en la mayor parte de Estados Unidos, al trepar 20.7%, más que recuperándose de la caída provocada por las tormentas invernales en febrero, informó el gobierno ayer.
El aumento llevó la tasa de ventas anualizada a más de un millón de viviendas unifamiliares, informó el Departamento de Comercio.
Se trata del nivel más alto desde agosto de 2006, antes de que la implosión del mercado hipotecario desencadenara la crisis financiera mundial de 2008.
El alza también hizo que la tasa de ventas fuera casi un 67% más alta que en marzo de 2020 cuando la pandemia de la Covid-19 golpeó la economía estadounidense, según los datos oficiales.
El repunte fue mucho mayor que el esperado por analistas y contrario a la caída del 3.7% en las ventas de viviendas existentes el mes pasado, un mercado mucho más grande que se enfrió por la escasez de oferta y el aumento de precios.
Las ganancias mensuales fueron de dos dígitos en las ventas de viviendas nuevas en todas partes, excepto en el oeste, donde las ventas se desplomaron un 30%, según el informe.
El precio de venta medio se redujo a 330 mil 800 dólares, el nivel más bajo desde agosto de 2020, lo que refleja un gran salto en las viviendas de precios más moderados.
Sin embargo, los economistas advierten que la disminución de las solicitudes de hipotecas augura un enfriamiento inminente para el mercado inmobiliario.
