La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, hizo en Bruselas un nuevo intento por reparar los lazos de Estados Unidos con la Unión Europea (UE), instando a los miembros del bloque a ayudar a enfrentar a China y Rusia.
En su primera visita como jefa del Tesoro a la capital europea, Yellen rememoró la asociación y el “orden internacional basado en reglas” construido después de la Segunda Guerra Mundial, antes de referirse a tres países que a su juicio han puesto en peligro ese orden.
“Juntos, debemos contrarrestar las amenazas a los principios de apertura, competencia leal, transparencia y responsabilidad”, dijo Yellen en comentarios previstos para ser emitidos ayer ante los ministros de Finanzas de la UE.
“Estos desafíos incluyen las prácticas económicas desleales, el comportamiento perverso y abusos a los derechos humanos de China; los continuos abusos del régimen de Lukashenka en Bielorrusia; y el comportamiento malicioso continuo y creciente de Rusia”, dijo en algunas de sus críticas más agudas hasta la fecha a Moscú y Pekín.
Los comentarios subrayan las intenciones del presidente Joe Biden de reparar los lazos transatlánticos que fueron severamente tensionados bajo el mandato de Donald Trump. El expresidente enfrentó a China de manera agresiva sobre cuestiones económicas, pero también intensificó los conflictos comerciales con la UE y puso poco énfasis en los derechos humanos. EU pide una mayor cooperación con la UE en cuestiones económicas, fiscales y climáticas.
Yellen llegó a Bruselas el domingo por la tarde después de una reunión de ministros de Finanzas y banqueros centrales del Grupo de los 20 en Venecia, donde las mayores potencias económicas del mundo respaldaron un plan innovador para renovar las reglas sobre impuestos corporativos globales.
Antes de su discurso del lunes, Yellen anotó una victoria cuando la UE dijo que pospondría su impulso de un impuesto digital para centrarse en negociaciones más amplias sobre el acuerdo tributario. EU ha dicho que el impuesto digital planeado puede discriminar a los gigantes tecnológicos estadounidenses y, por lo tanto, violar el acuerdo tributario pendiente.
Yellen no hizo referencia a esa disputa en sus comentarios, pero se dirigió a los miembros de la UE que han objetado un impuesto corporativo mínimo global también incluido en el acuerdo propuesto. Irlanda, Hungría y Estonia se han negado a firmar el impuesto mínimo, creando un obstáculo potencial debido a la necesidad de unanimidad en cuestiones tributarias dentro de la UE.

