La semana pasada compartí la primera entrega de este artículo y para ponerlo en contexto, apreciado lector, Zeitgeist fue originalmente una expresión de la literatura alemana que significa el espíritu (Geist) de un tiempo (Zeit). Se refiere al clima intelectual y cultural de una era, que se extiende en una o más generaciones posteriores y que aplica perfectamente para la gestión de marcas.
Muchas empresas se están tomando muy en serio las lecturas de las expectativas sociales y tendencias de consumo. El respeto a la diversidad; por ejemplo, ha llevado al activismo de marcas como Starbucks y Nike. El apoyo de Nike a Colin kaepernick con su causa en pro de los afro americanos en los Estados Unidos o de Starbucks y la Cerveza Corona a favor de la diversidad y en contra de las políticas discriminatorias de Donald Trump, son un claro indicio de que las marcas han pasado la frontera del mercado y están en el territorio de las causas sociales alineadas a sus valores.
Hace pocos días se llevó a cabo en Panamá un taller de capacitación de finanzas sostenibles, con el apoyo de la Embajada Británica y Carbon Trust. Esto no es casual, es parte de lo que la sociedad reclama cada vez con más ímpetu y los bancos tienen mayor presión para hacer un ajuste en éste sentido.
Las finanzas sostenibles surgen como una alternativa al tradicional sistema financiero, donde destaca la necesidad de tomar en consideración el impacto que las inversiones tienen sobre el ambiente y la sociedad. Incluyen diversos instrumentos financieros que juegan un papel crítico en la transición hacia una economía global baja en carbono.
Los estilos de vida saludables y tendencias de consumo nos ofrecen señales muy interesantes.
Los movimientos de consumo saludable son cada vez más firmes y en industrias tan aclamadas como la cerveza hay claros indicios de transformación con un mercado creciente hacia la cerveza sin alcohol.
Para tener una idea, el mercado de cervezas sin alcohol crecerá un 7% anual entre 2019 y 2027 hasta alcanzar los 28 mil millones de dólares, un dato que debe mover esta industria rápidamente.
Por otro lado, marcas como Victorias Secret que todavía creen que las nalgas y los cuerpos perfectos de las mujeres son los de sus modelos, están sufriendo el rechazo de la mayoría. La que si supo leer las señales del Zeitgeist fue la cantante Rihana, que sacó su marca de lencería Savage X Fenty. A diferencia del desfile de Victoria’s Secret que ya está obsoleto, el show musical de Savage X Fenty muestra el objetivo de Rihanna al iniciar con su proyecto empresarial: mostrar que todas las mujeres tienen derecho a sentirse sexys sin importar su talla.
Las señales del espíritu de nuestro tiempo son claras, las empresas y sus marcas tienen que hacer serios ajustes para sobrevivir en un mundo y unas generaciones que les exigen un poco más que ilusiones.
El autor es consultor en comunicación estratégica.
