Por ello, se creó la Asociación de Criadores de Iguanas y Animales Silvestres en peligro de Extinción (ASCIASE), que ya tiene importantes logros. Junto con la cooperación de la Fundación NATURA, ASCIASE liberó unas 250 iguanas verdes del criadero que mantiene en la comunidad de Cacacó, en las cordilleras de la provincia de Coclé y el límite de la provincia de Colón.
Las 250 iguanas verdes fueron liberadas el pasado 15 de octubre en un acto donde el mensaje principal lo ofrecieron los niños de la escuela Mercedes Bustamante, que elogiaron la medida de conservación de este reptil.
Esta iniciativa se ha convertido en una tradición para la comunidad de Cacacó y este año, los estudiantes de la escuela Mercedes Bustamante fueron los encargados de dejar en libertad a las iguanas. Los niños colocaron los reptiles en los árboles para que continuaran su ciclo de vida en la naturaleza.
El criadero tiene cinco años de existencia y anualmente devuelve a la vida silvestre cierta cantidad de esta especie.
Cada año, la ASCIASE reúne a sus miembros para que liberen parte de la producción de las iguanas que mantienen en cautiverio. Al acto asiste la Fundación NATURA, quien financia el proyecto con 70 mil dólares y colabora en la parte técnica para la conservación de la especie en los criaderos.
Luego de cinco años de trabajo continuo, las iguanas verdes se han repoblado en esta comunidad, asegura un comunicado de la Fundación NATURA.
Según Rubén Reyes, miembro de ASCIASE, el proyecto busca crear conciencia sobre la importancia de proteger la especie. Y aunque para muchos la iguana es un plato preferido y delicioso, la comunidad de Cacacó prefiere ayudar a incrementar la población, como una medida para que este animal en peligro de extinción no desaparezca.
El criadero
Durante el cautiverio, el proceso de la cría de la iguana se fortalece con la aplicación de una dieta especial, que le permite desarrollarse en un menor tiempo que en su vida natural. Es por eso que los reptiles son liberados al año de nacidos.
Zuleika Pinzón, directora ejecutiva de la Fundación NATURA, destacó la labor de los docentes de la escuela Mercedes Bustamante, al inculcar a los estudiantes el respeto y deseo de cuidar las iguanas verdes en pro de la conservación.
Este compromiso de liberar anualmente parte de la producción de iguanas, dice mucho de quienes tienen poco, pero que se engrandecen al tomar conciencia de que las iguanas, al igual que todos los seres vivos, también tienen derecho a existir.
Las iguanas verdes viven sobre los árboles -a una altura de unos 15 ó 30 metros- para alcanzar los rayos solares que necesitan para mantener su calor interno, porque lo reciben del medio ambiente y no lo producen ellas. Las iguanas escalan durante el día las ramas y toman sol en sectores cercanos a fuentes de agua.

