En resumen, debe darse una dinámica y vibración positiva ininterrumpida (o con pocos baches), que deja a los involucrados en un high natural.
Según mi perspectiva de fan sobria, la conexión artista-público en el concierto de Aditus no fue continua y no por Aditus, sino por el público.
No todo el mundo estaba poniendo atención a la presentación, tenían a Aditus como música de fondo y eso le restó mucho al evento. Cuando el grupo interpretaba un tema conocido entonces se encendía la chispa; pero el entusiasmo se desvanecía pronto.
Los venezolanos, en su mayoría (el grupo también lo integra un italiano y un ruso) empezaron a tocar a las 1:05 a.m. y por una hora y 40 minutos estuvieron en tarima sonriendo ampliamente y demostrando, con mucha energía, que son excelentes músicos. No hay duda de ello.
En total interpretaron 18 canciones entre ellas No te pueden apagar , Casualidad , No te vayas ahora , Háblame de ti , Perdiendo altura y La vida no me alcanzará .
También hicieron un aparte acústico con guitarra, pandereta, y batería chica. "Ustedes cantan y nosotros tocamos", dijo el baterista Valerio González. Pero solo cantaron dos canciones en este formato: En este país y Quiero ser tu héroe .
Luego el vocalista y percusionista Tony Benítez cantó con sentimiento la balada, Hora de partir , pero el sentimiento del intérprete no logró cautivar, en su totalidad, al público que parecía disfrutar más del "vacilón entre amigos" y de los tragos.
Sin embargo, cuando llegó la hora del emblemático Algo eléctrico la gente se animó e incluso mientras se preparaban para interpretar el siguiente tema, se escuchaban los coros que pedían Victoria . La solicitud halagó a los músicos y sonrieron entre sí.
Muy aclamada y coreada fue Tiempo . Seguidamente cantaron el tema de Charlie García, No voy en tren y al final complacieron con Victoria . En ese momento Tony Benítez bajó de la tarima e hizo un trencito con el público.
En los últimos cinco minutos del concierto el tecladista y vocalista, George Henríquez, aprovechó para presentar a los integrantes de la banda. Entre ellos se encontraba el trompetista panameño invitado de apellido Herrera (no se escuchó el nombre). A 15 minutos para las 3:00 a.m., dieron las gracias, se quitaron los instrumentos, bajaron de la tarima y se fueron.
Un grupo del público empezó a gritar "otra", pero segundos después los gritos murieron. Hubo gente que se quedó, hubo gente que se fue enseguida.

