Betty Brannan Jaén, en su columna del 4 de enero, manifiesta su rechazo a Balbina Herrera como futura presidenta de la República, a Navarro como vicepresidente y a Royo como secretario de la OEA.
La periodista se maneja con afectos, simpatías y coincidencia o disidencias de carácter personal, para proyectarse, prescindiendo de los planes de gobierno de los aspirantes a cargos de elección.
Aplica el mediocre principio de no importa lo brillante del proyecto si es de fulano o mengano, me opongo.
Su opinión carece de proyección a la opinión pública, pues eventualmente apoyará a un PRD el día que un mudo sea profesor de oratoria. Si bien es cierto que la autora jamás ocultó su antipatía al PRD, es extraño que una persona de su nivel académico prejuzgue y, a esta altura de su carrera, se proyecte sin argumentaciones de peso.
