LONDRES, Inglaterra. (DPA). -Albert Einstein e Isaac Newton habrían sufrido de una forma suave de autismo conocida como síndrome de Asperger, según científicos británicos citados en un artículo de la revista New Scientist, en su edición del pasado jueves.
Simon Baron-Cohen, del centro de investigaciones de autismo de la Universidad de Cambridge, y Ioan James, de la Universidad de Oxford, afirman que ambos presentaban síntomas del síndrome de Asperger: intereses obsesivos, dificultad en las relaciones sociales y problemas de comunicación.
Newton (1643-1727) parecería un caso clásico, pues raramente hablaba, estaba tan enfrascado en su trabajo que olvidaba comer y reaccionaba indiferente o de mal genio a los pocos amigos que tenía.
Si nadie asistía a sus clases, de todas maneras las daba, hablando ante una sala vacía. A los 50 años de edad tuvo un colapso nervioso, seguido por depresión y paranoia.
Por su parte, Einstein fue un niño solitario que comenzó a hablar recién a los tres años y repetía obsesivamente determinadas frases hasta la edad de siete años. Más tarde, como docente, dictaba clases reconocidamente confusas.
Pese al hecho de haber hecho estrechos amigos, haber tenido numerosos romances y haberse destacado en asuntos políticos, Einstein (1879-1955), según sospecha el profesor Baron-Cohen, habría padecido también del síndrome de Asperger.
"La pasión, el enamoramiento y el compromiso con la justicia son perfectamente compatibles con el síndrome de Asperger", declara al New Scientist este especialista en psicología del desarrollo.
"Lo que a la mayoría de las personas con el síndrome de Asperger más les cuesta es conversar con soltura, no pueden sostener una pequeña charla", dice. Tanto New-ton como Einstein, afirma, se aislaban completamente en sus investigaciones científicas, un rasgo típicamente autista.
Sin embargo, Glen Elliott, psiquiatra de la Universidad de California, dice no estar convencido. "Es fácil imaginarse genios socialmente ineptos y, sin embargo, ni remotamente autistas", dice.
"La impaciencia ante la lentitud intelectual de los demás, el narcisismo y la pasión por la propia misión en la vida pueden combinarse para convertir a estas personas en individuos con tendencia al aislamiento y difíciles", añade.
Más de 500 mil personas tienen en Gran Bretaña alguna forma de autismo, un desorden del desarrollo de la personalidad que afecta las relaciones sociales y la comunicación con el mundo exterior, y caracterizado por pensamiento y lenguaje no lógicos.
