El escritor Nick Wilgus tuvo una imagen en su mente: un monje budista descubre un cadáver en su templo. Así comenzó a escribir su novela Asesinato y reverencia en Bangkok (Verdecielo Ediciones).
Como su personaje en el pasado había sido un oficial de la Policía, le piden que colabore con la investigación de la muerte de un muchacho sin hogar a manos de los narcotraficantes de Tailandia. Así el padre Ananda indaga por su cuenta.
Wilgus ve monjes budistas todo el tiempo, especialmente en las mañanas, cuando salen a recoger limosna y, siempre se hace la misma pregunta: ¿cómo era su vida anterior?
“Muchos serán monjes durante meses o por un año y están los veteranos, que lo han sido durante mucho tiempo. Todos tienen una historia personal antes de convertirse en monjes”, dice desde Tailandia, quien fue un hermano franciscano.
La versión original de su novela fue escrita en dos semanas. “Sufro de un desorden bipolar, la condición que solían llamar maníaco-depresiva. Cuando escribí este libro estaba pasando por un período ‘maníaco’; afortunadamente era maníaco-creativo. Cuando estoy de humor ‘maníaco’ puedo escribir un libro en dos semanas; otras veces tomo un año o dos”.
Sobre el proceso de pulir una historia, explica que le gusta escribir la historia sobre el papel lo más rápido posible. “Como un atleta que hace un sprint. Entonces, con más tiempo, vuelvo atrás y limpio lo que he hecho, sin preocuparme de haber olvidado un argumento importante en la trama. Yo trabajé durante mucho tiempo en un periódico, así que puedo editar mi propio texto con bastante facilidad”.

