El Juzgado Decimocuarto de Circuito Penal de Panamá dictó la sentencia contra el imputado por los delitos de falsedad de documentos, hurto, robo y estafa.
El delincuente utilizaba cinco nombres falsos, en su licencia para conducir, sus cédulas, pasaporte y chequeras bancarias, de los que se valía para cometer los delitos.
Castillo fue detenido en su residencia localizada en el sector de Veracruz, el 28 de agosto de 1997, donde se le encontraron dos automóviles robados y una chequera del Banco Nacional de Panamá falsa, que utilizaba para estas actividades ilícitas.
La investigación de este caso destaca que los bienes y efectivo que sustrajo de manera ilegal el encausado estaban por encima de los 30 mil dólares.
Castillo declaró que cometió estos hechos por rebeldía, por motivaciones políticas y porque el capitalismo, según dijo, es un cáncer para la sociedad.
Según el dictamen del juez suplente José Angel Carrera, el acusado estafó a una decena de empresa y a más de 20 personas particulares.
La sentencia estipula que la suma de las penas por los delitos cometidos por Castillo acumulan una condena de 60 años de cárcel, pero basado en el artículo 47 del Código Penal, se redujo a la mitad el total de la pena, la cual quedó en 30 años de prisión. Sin embargo se aclara que dado a que aún así la sentencia rebasaba la pena máxima de 20 años que tiene Panamá, se fijó finalmente la sanción carcelaria en 20 años.
