Hoy sábado 25 de septiembre, Michael Douglas cumple 60 años.
Casi ningún otro actor estadounidense es tan conocido como él, pero la fama, según estiman algunos críticos de cine, se le atribuyó en algunas ocasiones por “razones erróneas”.
Todo ello comenzó pronto, cuando Michael, de joven, se plantó en el escenario. Entonces la gente murmuraba: “Mira, el joven Espartaco” (en referencia a la película que su padre Kirk protagonizó a las órdenes de Stanley Kubrick).
Pero algo de fantasía había al ver en el joven Douglas el germen del mítico Kirk, un gran actor que en 1959 pasó a la historia del cine con su magistral interpretación del liberador de esclavos.
A menudo advirtió a su hijo que la interpretación no era para él. Le dijo que Hollywood destruye almas sin contemplaciones. Sin embargo, Michael Douglas no se dejó vencer y estudió arte dramático en la Universidad de California. Entonces aseguró a todo el mundo: “Yo no soy el nuevo Kirk”.
Michael encontró “su propia identidad” en su papel del policía sensible Steve Heller que interpretó para la serie de televisión Las calles de San Francisco. Pronto vino otro éxito: produjo One Flew Over the Cuckoo’s Nest. El psicodrama que protagonizó Jack Nicholson ganó cinco Oscares, entre ellos el de mejor película.
Con ello superaba con holgura a su famoso padre. Kirk Douglas recibió su único Oscar no por una película, sino en 1996, a sus 80 años de edad, cuando la Academia de Hollywood decidió premiar su trayectoria. Su hijo obtuvo otra estatuilla en 1987, pero esta vez como mejor actor cuando encarnó a un empresario despiadado en Wall Street.
Anteriormente, Michael ya había demostrado versatilidad con películas como The China Syndrome, La joya del Niloo A Chorus Line.
Y luego rodó exitosas comedias como The War of the Roses, con Kathleen Turner, e incluso dio vida a un presidente estadounidense con encanto en The American President.
En 1987, cuando estrenó el thriller erótico Atracción fatal, ya hacía tiempo que se había desprendido de la fama de ser “el Don Juan de Hollywood”. Cinco años más tarde (cuando ya era uno de los actores mejor pagados del mundo) volvió sobre el tema con Basic Instinct. La película con Sharon Stone fue tan liberal, que los críticos especialmente pudorosos la calificaron de porno suave.
De manera paralela a sus éxitos en la gran pantalla, se iba hundiendo poco a poco su matrimonio con Diandra Morrell Luker, la madre de su hijo Cameron. Ella se lamentaba de sus continuas ausencias y relaciones extramatrimoniales.
A fines de 2000, Douglas dio el “sí, quiero” a la actriz 25 años más joven Catherine Zeta-Jones. Su padre Kirk comentó: “Me encantaría casarme con la muchacha, pero mi mujer no me deja”.
En los últimos años, Douglas participó en Wonder Boys y Traffic, dos aclamados largometrajes. Pero el siguiente Oscar en la familia lo recogió su esposa el año pasado por el musical Chicago.
Mientras Zeta-Jones rueda prácticamente sin descanso, Douglas ha señalado que quiere tener más tiempo para su hijo Dylan (de cuatro años) y su hijita Carys (de uno).
Poco antes de su 60 cumpleaños, la familia inauguró en la localidad galesa de Mumble su nuevo hogar, una casa que será su segunda residencia y que ha costado más de dos millones de dólares.

