Su nombre es Alexander Skutch, y la floración de los guayacanes me recuerda partes de su libro El ascenso de la vida , donde argumenta que los humanos tenemos la visión del color (que falta en numerosos mamíferos), seguramente porque nuestros antecesores eran habitantes selváticos, diurnos y frugívoros. Tenían que buscar frutas coloridas distinguiéndolas entre el verde follaje.
Skutch plantea que no sólo estamos en deuda con las plantas que florecen -en especial los árboles- por constituir buena parte de la hermosura de la naturaleza, sino también porque nos ayudaron a desarrollar la capacidad de disfrutar de la belleza; e incluso de crearla con las manos.
Entre estaciones, cuando se va el verano y empiezan las lluvias, el bosque panameño luce sus colores más finos. Varias especies se cubren enteramente de flores y frutos coloridos, al unísono. ¿Por qué sucede esto?
La floración simultánea puede aumentar el chance de una especie de ser visitada por polinizadores. O resultar en una producción sincronizada de frutas y semillas, aumentando así las posibilidades de sobrevivir de las plántulas. El espectáculo no dura mucho y para el caso de algunos árboles, como el guayacán o el roble, también se presenta en el mero centro de la ciudad.
El guayacán ( Tabebuia guayacán ), se distribuye de México a Colombia. En Panamá pierde sus hojas en enero y florece entre febrero y mayo. Sólo queda en flor de tres a cuatro días.
Su madera es considerada entre las más fuertes. Para que no queden dudas de su resistencia hay que ir a ver los maderámenes (de guayacán), en las ruinas de la Catedral de Panamá La Vieja: ¡Todavía fuertes tras más de 400 años!
Un dato curioso. Cinco especies de Tabebuia , el género del guayacán, son consideradas como "arbol nacional" en sendos países hermanos: T. serratifolia en Brasil, T. chrysantha en Ecuador, T. rosea (el roble) en El Salvador, T. heptaphylla en Paraguay y T. billbergii , en Venezuela.
Se me ocurre pensar que si no existiera ya un árbol llamado "Panamá", el guayacán -por la belleza de su floración- sería un buen candidato para árbol nacional.