ANA MATILDE ICAZA aicaza@prensa.com"Hace dos años empecé a notar que mis deseos sexuales disminuían. A pesar de no tener mayor problema logrando una erección, mantenerla era casi imposible.
Al principio pensé que era cuestión de estrés, pero con el tiempo la situación fue empeorando. Mi esposa no me reclamaba, pero estaba lejano a ella... sentía que me reclamaba con su silencio. No me dedicaba casi tiempo, se la pasaba con nuestras tres hijas y dedicada a la casa. Manteníamos una comunicación muy superficial con pocas muestras de cariño físico".
Este es el testimonio de un empresario de 49 años de edad, que pidió no ser identificado.
El no se ejercitaba con regularidad, y tiene un trabajo con muchas responsabilidades. Pero este señor decidió cambiar su vida: conversó con su esposa y acudió a un urólogo quien le recetó un medicamento.
Hoy día, su vida sexual -y marital- ha dado un giro radical.
Causas comunes Enrique Alemán, urólogo, explica que son cuatro causas las comunes para quienes sufren de disfunción eréctil, como se le llama.
1. La primera está en el sistema vascular, ya que la disfunción eréctil es un fenómeno circulatorio. Cuando el hombre tiene deseos sexuales, las arterias del pene se ensanchan para que la sangre entre y se mantenga en él. Un pene erecto es un pene lleno de sangre.
Pero cuando se tiene un desequilibrio entre las arterias y las venas, la sangre se escapa con facilidad y el hombre no logra mantener la erección.
Esto ocurre con frecuencia en pacientes mayores de 40 años.
2. El sistema neurológico es el encargado de mandar la orden de ensanchar las arterias, y cuando este no funciona, el resto del sistema no responde. Esto ocurre con frecuencia en pacientes hipertensos o con diabetes.
3. Otra causa es de orden psicológico. "Si estás ansioso, deprimido, nervioso o inseguro vas a producir mucha adrenalina, y esta cierra las arterias", explicó Alemán.
Usualmente, este problema se ve en los pacientes más jóvenes, añadió.
4. Las hormonas son la causa menos frecuente al hablar de impotencia sexual masculina. Estas son las encargadas de despertar la libido, o sea el deseo sexual. A diferencia de las mujeres, la cantidad de hormonas producidas en los hombres disminuye con los años, pero su producción nunca para.
¿Prevención?
Según Alemán, muchos pacientes han logrado mejorar su problema de disfunción eréctil al mejorar su estilo de vida.
Comiendo de manera saludable y ejercitándose son dos formas de lograr una plena vida sexual.
Sin embargo, esto no le funciona a todos los hombres.
Por eso, hoy día existen cuatro medicamentos para esta enfermedad.
Quizás el más conocido, y primero en salir al mercado fue Viagra, en 1998, cuyo nombre genérico es sidelafil.
Según el urólogo costarricense José Alberto Ardón, quien estuvo en Panamá dictando una charla para la casa farmacéutica Pfizer, este era utilizado inicialmente para dilatar las arterias del corazón. Pronto encontraron otros usos, y siguieron otras pastillas como Uprima y Levitra.
Alemán explica que los tres funcionan de manera silimar; surten efecto luego de menos de una hora de ingerir la pastillita, y su efecto dura unas cuatro horas.
El Cialis, aprobado en diciembre del 2003 por el FDA (Food and Drug Administration, por sus siglas en inglés, de Estados Unidos) es un poco diferente, ya que promete una duración de 36 horas.
Este medicamento, que ya está a la venta, solo se despacha con receta médica, y cada tableta cuesta 18 dólares.
Pero los medicamentos no son color de rosa. Alemán informa que estos pueden producir dolor de cabeza, rinitis, acidez gástrica y enrojecer la cara. No se deben mezclar con nitroglicerina (recuerden la escena en la película Alguien tiene que ceder) y no se debe tomar más de una tableta al día.
¿Y si los medicamentos tampoco funcionan? Siempre se puede recurrir a la cirugía, dice Alemán.
Esta consiste en implantar una prótesis o "bombita", como se le conoce. Esto también tiene sus riesgos, asegura el doctor.
Mitos sobre la impotencia Solo sufren los de la tercera edad. Esto es mentira, ya que la impotencia no tiene edad. Sí ocurre con mayor frecuencia después de los 40 años, pero puede ocurrirle a un hombre de 30 años. Solo le ocurre a los hombres. Tampoco es cierto. Según Alemán, a las mujeres les ocurre también, solo que ellas lo pueden disimular mejor. Tomar medicamentos es dañino para el corazón. Aunque siempre se debe consultar con un doctor antes de tomar algún medicamento, no deben ser dañinos, ya que inicialmente la mayoría de estas medicinas se diseñaron para combatir problemas de este órgano vital.

