Poeta, homosexual y enamorado del flamenco: toda la complejidad artística y personal de Federico García Lorca se plasma en El público, una ópera surrealista basada en el drama homónimo del escritor español que el Teatro Real de Madrid presenta el martes en estreno mundial.
Como casi todo en la vida del poeta nacido en 1898 en el sur de España, El público está rodeado de leyenda. García Lorca, que calificó la obra como “teatro de escándalo”, la escribió en 1930 en su estancia en Cuba, tras el viaje que en plena crisis emocional había realizado un año antes a Nueva York.
Después confió una copia a un amigo, el intelectual puertorriqueño Rafael Martínez Nadal, con la consigna de destruirla si él moría.
En agosto de 1936, en la guerra civil española, las tropas franquistas fusilaron a García Lorca en un camino a las afueras de Granada y arrojaron su cuerpo a una anónima fosa común aún hoy ilocalizada.
Pero el manuscrito sobrevivió: única copia conocida de El público, en una versión inicial sin depurar. “Quizá por eso es tan compleja”, confiesa el escritor y músico español Andrés Ibáñez que la transformó en libreto para esta inédita versión operística, encargada en 2010 por el anterior director artístico del Teatro Real, el belga Gerard Mortier.
Llevado a los escenarios en los años 1980, este drama surrealista vio su representación en algunos países por un marcado carácter erótico y homosexual que ahora llega a la escena lírica.
