Ilda Mason es una actriz, bailarina y cantante istmeña que ganó la segunda temporada de Dancing with the Stars (2013) y desde hace 4 años reside en Nueva York.
“Dancing with the Stars fue una experiencia increíblemente retadora, pero fascinante y divertida. Bailar todos los días fue un sueño hecho realidad”, explica quien en la Gran Manzana estudió en el New York Film Academy (NYFA), donde se especializó en teatro musical y actuación para cámaras.
Desde que encontró su amor por el teatro musical, “supe que eso es lo que quería hacer profesionalmente. Yo quiero estar en Broadway, en el cine y la televisión y sabía que New York era el lugar ideal para ir tras ese sueño”.
PATRIA
En Panamá comenzó en la faena escénica cuando era estudiante de secundaria con el musical Grease.
Luego pasó a las tablas profesionales en nuestro país en Se busca suegra ciega, sorda y muda, Bang Bang te maté, El túnel, La Bella y la Bestia, El Mago de Oz, High School Musical on Stage y Peter Pan.
Por estos días está en la tierra que la vio nacer “visitando mi bello país, que extrañaba mucho”.
Quiere que su historia, basada en querer es poder, inspire a “otras personas para que luchen por sus sueños, para que más jóvenes se expresen a través del arte, que el público vaya más al teatro, que se atrevan a explotar sus talentos y a salir de su zona de confort”.
PARTICIPACIONES
Ilda Mason ha participado en Estados Unidos en puestas en escena como Despertar de Primavera y The Wedding Singer (en el New York Film Academy) y en Chess y Carousel como asociada de coreografía (todos estos títulos en la ciudad de Nueva York).
También estuvo en West Side Story (2015) en el Signature Theatre en Virginia y luego con este mismo musical pasó al Paper Mill Playhouse de New Jersey (2016).
“West Side Story es el musical perfecto. Aprendí que el mundo necesita mucha más tolerancia. Es hora de que dejemos las diferencias de razas, religiones y creencias a un lado y nos demos cuenta de que todos somos humanos. Este es un tema clave en la obra, y aunque fue escrita en 1957, aún es relevante hoy en día. También aprendí lo que significa ser un artista completo y cómo siempre aprendemos cosas nuevas. Aprendí de mentes brillantes del teatro, de Broadway, de baile y de backstage. Estuve rodeada de personas talentosas y me sentí tan feliz de estar ahí”.
Hizo un tour por la unión americana con Cinderella, que la llevó a 40 estados y a Canadá entre 2016 y 2017. “Fueron 10 meses y era parte del ensemble como bailarina principal, pero todos cantamos, actuamos y bailamos”.
Las responsabilidades siempre son las mismas, no importa la obra, indica. En todas “debes ser profesional, llegar a tiempo, saberte tu material, tener tu cuerpo en condición óptima, cuidar la voz, hacer ejercicios y mantener tu técnica al punto”.
La diferencia es el montaje. “West Side Story es un show muy demandante en todos los aspectos, y es de las coreografías más difíciles del teatro y tienen un sabor latino que para mí es delicioso interpretar de corazón. Es un clásico y hay un estándar que cumplir. Estirar y calentar es crucial para evitar algún accidente. Además, mantener mi voz saludable en un país que posee una calidad de aire muy baja, y muchas veces peligrosamente contaminada, era un reto que debía cumplir para poder desempeñarme correctamente”.
Después vino el turno de Medidas extraordinarias, de Eve Ensler (autora de los Monólogos de la vagina) en Nueva York; y en 2017 con Legally Blonde visitó Shanghái, Shenzhen y Beijing en China.
2018
Trabajar en el teatro musical en New York es un ciclo de audiciones y trabajo. “Ahorita que regreso, es el pico de la temporada de audiciones para próximos proyectos, ya sean tours, producciones regionales o Broadway”.
Acaba de recibir una oferta para hacer Legalmente Rubia en Singapur, “pero no estoy segura si lo tomaré. Es un momento crucial y hay nuevas oportunidades que me gustaría tomar y nuevos shows por hacer, así que mi trabajo al regresar a New York es audicionar con todo”.
Broadway está cada vez más cerca, “porque a medida que audiciono para todos estos grandes proyectos, más personas en la industria me conocen y me llaman para sus proyectos”.
Hay más de un reto para una inmigrante en Estados Unidos “por asuntos burocráticos, pero creo en mi talento y es el que, junto a mi determinación, me han llevado a tener trabajo constante desde que me gradué de NYFA. Esta es una profesión competitiva y demandante y es un gran reto determinar cuál será el siguiente paso más adecuado, pero cada día me acerco más a esa meta”.