Cada año se presentan unas 500 series de televisión en Estados Unidos. Unas se transmiten por el tradicional formato de la pantalla chica y otros por plataformas de video continuo (streaming) como Netflix, Amazon y Hulu.
Hoy los premios Emmy celebran la calidad de estos programas que capturan la atención de los consumidores, y de forma más directa, atraen a los más de 21,000 electores que conforman la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión de Estados Unidos, colectivo que entrega estos galardones desde 1949.
Los principales triunfadores de hoy domingo deben ser Veep, Atlanta, Saturday Night Live y The Handmaid’s Tale, entre otros.
SÁTIRA
Veep (HBO) se dedica a ridiculizar a la clase política de Washington.
Con la actitud y las polémicas decisiones que ha tomado el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece que la realidad le venció a esta sátira mordaz, que esta noche debe quedarse con el premio Emmy en la categoría de mejor comedia, salvo que la otra gran favorita, Atlanta, dé la sorpresa.
Quien debe tener preparado el discurso de agradecimiento es Julia Louis-Dreyfus, quien obtendrá el aparte de mejor actriz principal para una serie de comedia por entrar en la piel de Selina Meyer en Vepp.
Esta intérprete es cercana al Emmy, al ganar esta distinción en el pasado cuando formó parte del elenco de ese clásico hilarante que es Seinfeld (NBC, 1989-1998), hazaña que luego repitió cuando fue la estelar de The New Adventures of Old Christine (CBS, 2006-2010).
RITMO
Donald Glover es el creador, director habitual y protagonista de Atlanta (FX), un estudio sobre la industria de la música rap, y de paso, un retrato de la comunidad afroamericana en la ciudad estadounidense que le da título a este programa.
Glover debe vencer como mejor actor principal en una comedia. Será el primer Emmy de su carrera.
Atlanta también debe destacar como mejor dirección, no solo porque es un programa óptimo, sino porque Veep tiene tres nominaciones en esta misma categoría y esto puede llevar a que los votos a su favor se dividan, lo que puede beneficiar a la serie de Donald Glover.
UN EMMY POLÍTICO
Saturday Night Live (NBC) siempre ha encontrado su más grandioso material temático en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Son inolvidables las rutinas en las que el actor Will Ferrell personificaba al ex presidente republicano George W. Bush, y su colega Tina Fey hizo lo propio al encarnar a la candidata republicana Sarah Palin.
En 2016 esa misión de burlarse de los políticos por parte de Saturday Night Live recayó en un grupo de intérpretes perfectos: Alec Baldwin hacía las veces del presidente Donald Trump; Scarlett Johansson era Ivanka, la hija de este mandatario; Melissa McCarthy encarnaba a Sean Spicer, quien fuera secretario de prensa de la Casa Blanca, y Kate McKinnon, quien se hizo cargo de hacerle burlas a la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton y a Kellyanne Conway, consejera de Trump.
Estos intérpretes no solo le permitieron a Saturday Night Live obtener uno de sus más altos niveles de audiencia en la unión americana en las últimas dos décadas, sino que además hoy domingo le darán un premio Emmy a Kate McKinnon y a Alec Baldwin.
INMIGRANTE
Dentro del paquete de inventos interesantes que nos ofrece Netflix está Master of None, que si bien no ha logrado ser tan mediática a nivel mundial como Orange Is the New Black o House of Cards, su nivel de sano cinismo bien merece más exposición.

Este programa, sobre un actor inmigrante en Nueva York, se debe quedar con la categoría de mejor guión para comedia, aunque tendrá dignos rivales en Veep y Atlanta.
DUPLETA
Dos series bastante distintas son mis favoritas para ser las vencedoras como mejor drama: The Handmaid’s Tale (Hulu) y Stranger Things (Netflix).

Mientras que la primera presenta a un Estados Unidos sujeto a leyes teocráticas, donde los derechos civiles no son tan relevantes para los dirigentes fundamentalistas de la nueva república, Stranger Things es una producción que une la ciencia ficción con los fenómenos paranormales, algo de terror, más teorías de conspiración y un homenaje a las películas norteñas de la década de 1980.

Eso sí, ambas la tendrían difícil si este año hubiera sido nominada la relevante Game of Thrones de HBO (no se transmitió durante el periodo 2016-17 que permiten las reglas del Emmy) y porque ya terminó la fabulosa Downton Abbey (ITV, 2010-2015).
Al final la balanza irá para Stranger Things.
REIVINDICACIÓN
Elizabeth Moss se dio a conocer de la mano de Mad Men (2007-2015), serie que obtuvo 130 premios, entre ellos, 5 Globos de Oro y una veintena de Emmy.
En Mad Men (AMC), Moss era Peggy Olson, quien comenzó como una tímida secretaria en una agencia de publicidad hasta llegar a ser una de sus más destacadas creativas.
En The Handmaid’s Tale, una adaptación de una novela de Margaret Atwood, Moss forma parte de la peligrosa República de Galaad, un régimen autoritario que terminó con el sistema democrático en la unión americana.
Por su papel de la sirvienta Offred va a quedarse con el Emmy como actriz en un drama y será el primero que reciba en su carrera artística, pues fue varias veces nominada por Mad Men y no conoció la gloria.
Hablando de The Handmaid’s Tale, este programa también debe obtener el Emmy a mejor dirección y mejor guion.
BROWN
Los personajes centrales de This Is Us (NBC-20th Century Fox Television) tienen en común que nacieron el mismo día.

Uno de ellos es Randall Pearson y quien lo interpreta es Sterling K. Brown y seráél dueño del Emmy al mejor actor principal en una drama.
Brown fascinó a la audiencia por ser uno de los estelares de la múltiple ganadora miniserie American Crime Story: The People v. OJ Simpson (FX Productions) y recibió un merecido Emmy.
DE NEWTON A LITHGOW
La actriz secundaria en un drama será para Thandie Newton por ser Maeve Millay en Westworld (HBO), una combinación entre la ciencia ficción y el western.
Nueve episodios fueron suficientes para que el Emmy a mejor actor secundario en un drama sea para John Lithgow, quien está en un estado maravilloso al ser el político y estadista británico Winston Churchill en The Crown (Netflix).
Mientras que Black Mirror, esa genialidad que une drama con ciencia ficción y thriller, será la mejor película para la televisión.
El mejor actor de una miniserie será Riz Ahmed por The Night Of. Ahmed, de ascendencia hindú, es el único asiático-estadounidense nominado en una categoría interpretativa.
RELACIONES PELIGROSAS
David E. Kelley es el responsable de títulos indispensables de la pantalla chica estadounidense como Boston Legal (ABC, 2004-2008), Ally McBeal (Fox, 1997-2002) y Chicago Hope (CBS, 1994-2000), entre otras tantas.
Cuando Kelly leyó una novela de Liane Moriarty supo que tenía potencial para ser trasladada a la televisión. Así surge la bien lograda Big Little Lies (HBO).
Este drama trágico, sobre las vidas agridulces de un grupo de mujeres, tendrá varios Emmy esta noche: mejor miniserie, mejor dirección y mejor guion.
También Big Little Lies le dará un Emmy a Nicole Kidman como actriz principal; a Laura Dern como actriz secundaria y a Alexander Skarsgard como actor de soporte.





