Tamara Del Moral • tdelmoral@prensa.com
La artritis reumatoide (AR), una enfermedad inflamatoria sistémica y crónica, afecta a unos 70 millones de personas en el mundo. Se estima que en Latinoamérica la padece entre el 0.4% y el 1.6% de la población. Ataca las articulaciones, sobre todo en manos y pies, pero también codos, rodillas, tobillos y hombros. Si no se controla, puede afectar órganos y sistemas, entre ellos los pulmones, ojos y el corazón. Sus síntomas y complicaciones acarrean discapacidad parcial o total; muchos pacientes se pensionan o retiran prematuramente. Esto impacta el escenario laboral debido a que la AR es más común en edades productivas.
Dolor e inflamación de las articulaciones, hinchazón, limitación en los movimientos, rigidez matinal en las manos por más de una hora, cansancio y debilidad generalizada, pueden ser síntomas de AR. Es importante ir al reumatólogo para obtener un diagnóstico.
De no tratarse a tiempo, la AR provoca deformidades que limitan la funcionalidad. Actualmente, los tratamientos biológicos pueden frenar el daño articular y el progreso de la enfermedad.

Algunos estudios indican que la incapacidad para laborar en pacientes con AR aparece de 5 a 10 años después del inicio de la enfermedad y oscila entre el 43% y 50% en diferentes países. Tras 12 años de evolución, el 80% de los pacientes tiene discapacidad parcial y el 16%, total. Después de años con AR, entre el 26% y 60% dejan de trabajar debido a las complicaciones.
Según el Dr. José Antonio Herrera, gerente médico de inmunología de Janssen para Centroamérica y el Caribe, el pronóstico varía entre los pacientes, quienes también muestran síntomas de depresión, reducción en sus ingresos personales y familiares por incapacidad laboral, un aumento en sus gastos en cuidados de la salud, hospitalizaciones y consultas, entre otros.
El estudio Resultados Reportados en la Encuesta del Empleo en Pacientes con Artritis Reumatoide (Prose-RA), realizado en Brasil, Argentina, Colombia y México y presentado en el Congreso de la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología, en Panamá, mostró que un 80% de los encuestados reportó dolor y malestar. La AR afecta las demandas físicas laborales de un 42% y causa pérdida de horas de trabajo para un 34%. Los pacientes reportaron dificultad al agacharse, acuclillarse, arrodillarse o trabajar en posiciones incómodas (83%) y levantar, cargar o mover objetos (80%).
El Dr. Ricardo Machado Xavier, jefe de reumatología del Hospital de Clínicas de Porto Alegre, Brasil, explicó que el estudio, financiado por la compañía Abbvie, evaluó a 309 pacientes y además del dolor e incomodidad, midió la calidad de vida en función de la ansiedad y depresión, movilidad y la capacidad para realizar su cuidado personal y actividades usuales.
