Desde muy temprano en la vida, la cantante guatemalteca Stephanie Zelaya, de 23 años, tenía claro el destino al cual quería emprender su viaje. El trayecto ha tenido escalas, pero finalmente emprendió el último tramo para el comienzo de la aventura. Se trata de la música y Es un viaje, su primer álbum.
“No quería que mi primer disco fuera una recopilación de canciones que ya había compuesto, quería que hablara de un mensaje que yo quisiera transmitir”, comenta la cantante graduada en composición del Berklee College of Music y con una maestría en Vocal Performance and Musician Institute de Los Ángeles.
Luego de prepararse esta primera etapa del viaje, cuyo tema fue inspirado en esa búsqueda personal de la que habla El Alquimista, de Paulo Coelho, comienza con “Reflejo de hoy”, el primer sencillo del disco.
“Quería arrancar con esta canción, porque siento que es muy importante que a veces, por estar tan enfocados en el pasado o en el futuro, perdemos de vista todas esas cosas lindas que nos trae el presente, y si no tendemos a optimizarlas al final no logramos lo que soñamos”, explica la joven que empezó a cantar a los cuatro años con su abuelo, en quien se inspiró para seguir cantando.
Después de sus primeras clases de canto a los 9 años con la doctora Angélica Rosas y luego de la muerte de su abuelo, el camino ha sido largo para la cantante que busca ser reconocida internacionalmente.
“Me siento súper honrada porque tuve la oportunidad de trabajar con músicos que tienen muchísima experiencia en la industria, que han trabajado desde Alanis Morrisette, Jonas Brothers y hasta Camila. Gente de bastante experiencia que le puso muchísimo corazón, y creo que por eso le puso un toque mágico”, dice. Se refiere a Curt Schneider y Gavin Lurson que trabajaron en la mezcla y masterización.
Stephanie, quien está visitando Centroamérica y Estados Unidos para promocionar su sencillo, admite que ha disfrutado cada parte del proceso.
La cantante estará de vuelta en Panamá en marzo, luego de que se estrene el videoclip de su primer sencillo, a través de las pantallas de CNN. Grabado en Bombay Beach y dirigido por Diego Osorio, el video retrata la ausencia de una persona que no vive el presente, que no ve el “Reflejo de hoy”.

