BELEN, Brasil (EFE). Una anciana que dice ser vidente y lidera en Brasil una secta investigada por tortura, abuso, castración y muerte de niños, fue absuelta ayer, sábado, de las acusaciones, en un fallo que fue repudiado por los familiares de las víctimas.
Valentina de Andrade, de 73 años, es la cabecilla de la secta Lineamento Universal Superior (LUS), con sede en Argentina y que, según admiten sus propios miembros, considera a los niños nacidos después de 1981 como portadores de una energía nefasta.
La anciana y otros cuatro sectarios fueron acusados y juzgados como presuntos autores de la muerte de cinco menores, que fueron castrados y sometidos a torturas, y de la desaparición de otros cinco. Todos esos hechos ocurrieron en 1990 en la localidad de Altamira, cercana a la ciudad de Belén, capital del estado de Pará (norte).
