La mayoría de los países árabes de Oriente Medio celebraron ayer sábado el fin del mes de ayuno musulmán de Ramadán, que da paso hoy, domingo, a una de las festividades más importantes del calendario islámico, el Eid al Fitr.
Arabia Saudí, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, el Líbano, Yemen y Siria fueron los primeros en anunciar el término del Ramadán.
En Egipto, el mufti Alí Gomaa, la máxima autoridad musulmana del país, confirmó anoche que era el fin del mes sagrado.
En Irak, país en el que conviven musulmanes chiíes y suníes, el Gobierno ha decretado festivo entre mañana y el jueves, a la espera de que los expertos decidan.
El Ramadán dura 29 ó 30 días, y tanto su principio como su final deben declararse tras la observación física de un grupo de “expertos”, y sin ayuda de instrumento, de un hilo de luna sobre el cielo.
Los meses islámicos son lunares, razón por la cual hay un desfase de unos 10 días sobre los años solares: eso significa que cada año el Ramadán se adelanta 10 días sobre la fecha (solar) del año anterior.
Durante el mes de Ramadán –que es un mes especial por conmemorar cuando a Mahoma le fue revelado el Corán–, el musulmán adulto no puede comer, beber, fumar ni mantener relaciones sexuales entre el alba y el ocaso.
Este año ha sido especial en Irak, ya que por primera vez desde 2003, año de la invasión estadounidense, chiíes y suníes iniciaron el Ramadán al mismo tiempo, al contrario de ocasiones anteriores, en un gesto que ha sido interpretado por los iraquíes como de apertura y de buena voluntad entre ambos credos.

