Equipos de rescate continuaban ayer la búsqueda de los cadáveres de los 68 ocupantes de un avión de la aerolínea estatal cubana Aerocaribbean, que se estrelló el jueves por la tarde en el centro de Cuba por causas que todavía se desconocen, en el peor accidente aéreo en la isla en dos décadas.
El ATR 72 volaba hacia La Habana desde Santiago de Cuba, en el extremo oriental de la isla, cuando emitió una señal de emergencia y se precipitó a tierra en una zona montañosa de difícil acceso en la provincia de Sancti Spíritus, a unos 360 kilómetros al este de la capital cubana.
Entre los 61 pasajeros y siete tripulantes del vuelo 883 de Aerocaribbean se encontraban 40 cubanos y 28 extranjeros, de ellos nueve argentinos, siete mexicanos, un venezolano y un español, además de dos alemanes, tres holandeses, dos australianos, un japonés, un francés y un italiano, según la lista oficial de víctimas.
El italiano estaba casado con una de las turistas argentinas fallecidas y vivía igualmente en Argentina, afirmaron fuentes diplomáticas italianas en La Habana. La presidenta argentina, Cristina Fernández, ordenó el envío a Cuba de un avión oficial para repatriar los cadáveres de las víctimas argentinas, según comunicó el ministro de Relaciones Exteriores Héctor Timerman, a través de la red social Twitter. Por su parte, personal de la embajada de México en Cuba se trasladó al lugar del accidente en la región de Guasimal, próxima a la presa Zaza, la mayor del país.
“En estos momentos, las razones del accidente son todavía desconocidas”, afirmó la compañía con sede en Toulouse y Pomigliano y propiedad a partes iguales del grupo EADS y la italiana Alenia.
Los restos de las víctimas serán trasladados para su identificación al Instituto de Medicina Legal de La Habana, aunque hasta el momento no se precisó el número de cuerpos encontrados en el lugar del siniestro.

