Laurent Gbagbo, que se resiste a dejar la Presidencia de Costa de Marfil, acusó ayer a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) de “delincuencia política” por su amenaza de utilizar la fuerza si se niega a abandonar el poder.
Ahoua Don Mello, portavoz del gobierno de Gbagbo, afirmó ayer en declaraciones a los medios gubernamentales que Costa de Marfil “tiene una Constitución y unas leyes que se deben cumplir. Costa de Marfil no es un protectorado de la CEDEAO”.
Tras una cumbre extraordinaria celebrada el viernes en Abuya, la capital de Nigeria, los gobernantes del grupo africano señalaron que, “si Gbagbo no hace caso de esta demanda inmutable (de dejar el poder) de la CEDEAO, la Comunidad no tendrá más alternativa que adoptar otras medidas, incluido el uso legítimo de la fuerza” para obligarle.
“Hacemos un llamamiento a la CEDEAO para que no tome el camino de la delincuencia política”, agregó Mello, ante la exigencia de los presidentes de la organización regional de “la entrega pacífica del poder por Laurent Gbagbo a Alassane Ouattara, de acuerdo con los deseos expresados por el pueblo marfileño” en las elecciones.
Por otro lado, los gobernantes de África Occidental manifestaron su “profunda preocupación” por el “inaceptable gran número de vidas perdidas” en las últimas semanas y advierten de que “todos los responsables se enfrentarán a un juicio internacional por violación de los derechos humanos”. Por todo esto, pidieron al jefe de la Comisión de la CEDEAO que convoque cuanto antes una reunión.

