Un ex ministro de Defensa y cercano aliado del presidente venezolano Hugo Chávez criticó duramente ayer lunes el proyecto de reforma constitucional que impulsa el mandatario, al calificarlo como un "golpe de Estado" que vulnera los derechos ciudadanos en el país sudamericano.
El general retirado Raúl Baduel, hasta julio pasado ministro de Defensa y actor clave en el retorno de Chávez al poder tras un breve derrocamiento en 2002, dijo en una inusual conferencia de prensa que las modificaciones planteadas violan la legislación vigente y eliminan el poder del pueblo.
"Se estaría consumando en la práctica un golpe de Estado, violando de manera descarada el texto constitucional y sus mecanismos", afirmó el ex ministro, quien en su discurso de pase a retiro ya había llamado a no cometer los mismos errores de otros países que adoptaron un sistema socialista.
El vicepresidente venezolano Jorge Rodríguez minimizó las declaraciones de Baduel diciendo que actuaba como "vocero de la oposición", ya que no presentaba ninguna novedad en sus planteamientos, que dijo ya han sido discutidos ampliamente.
"Es tranquilizante que las caretas se caigan (...). Cuando la traición se desvela no hace más que fortalecerse este proceso político, no hace más que fortalecer esta intención de futuro", dijo el funcionario a periodistas.
Tras su salida del Gobierno, Baduel había desaparecido de la escena pública y algunos medios habían especulado sobre su posible alejamiento de Chávez.
Baduel denunció que, con el texto que será sometido a un referéndum popular el 2 de diciembre, "se ha ido hacia una interpretación regresiva, sobre todo limitando los derechos fundamentales".
La reforma de la carta magna, aprobada la semana pasada por el Parlamento controlado por el oficialismo, incluye la posibilidad de la reelección indefinida del presidente, la ampliación de su mandato a siete años desde seis y la supresión de derechos constitucionales en caso de estado de excepción.
RECHAZO
Empresarios, grupos estudiantiles y la jerarquía católica también han rechazado la modificación constitucional por considerar que busca concentrar el poder en el presidente y perpetuarlo en el poder, además de vulnerar los derechos humanos.
Chávez ha dicho que la reforma es vital para ir hacia el "socialismo del siglo XXI" que busca implantar en el país petrolero para desterrar el capitalismo.
