La Policía brasileña arrestó ayer al presidente ejecutivo de Grupo Galvão, Darío Galvao, y a Guilherme Esteves, investigado por canalizar dinero de sobornos, como parte del cartel que fijaba precios de contratos a la estatal Petrobras y cuyos involucrados son objeto de una investigación por corrupción.
El juez federal Sergio Moro calificó a Galvão como la mente maestra de la actividad criminal de la compañía y que tiene pruebas de sus delitos desde 2008 hasta 2014. Moro también citó evidencias de que Esteves habría usado cuentas secretas en el exterior para canalizar grandes sobornos a empleados de Petrobras y al productor de plataformas de perforación SeteBrasil.
