La policía española confirmó ayer que el italiano Andrea Ghira, fugado de la justicia de su país tras un crimen cometido hace 30 años, se encuentra enterrado en un cementerio de Melilla bajo una identidad falsa.
Según informaron fuentes de la Dirección General de la Policía, el intercambio de pruebas e informaciones entre las policías científicas de ambos países a través de Interpol ha permitido determinar que los restos enterrados corresponden a Ghira, acusado de participar en la conocida como "masacre de Circeo".
Ghira y dos amigos, Ginanni Guido y Angelo Izzo, fueron condenados a cadena perpetua como autores de la masacre que perpetraron en septiembre de 1975, cuando torturaron y violaron a dos chicas, una de las cuales murió.
La policía logró detener a Guido e Izzo, pero Ghira, hijo de un conocido empresario fue advertido a tiempo y pudo escapar, supuestamente a algún país sudamericano.
Además de la fuga de Ghira, antes de poder ser detenido, Guido logró escapar de la cárcel para refugiarse en Argentina y fue expulsado de Panamá a Italia en 1994.
El tercero de los "carniceros del Circeo", Angelo Izzo, se dio también a la fuga en 1993 aprovechando un permiso, pero fue localizado después.
