Cuatro policías afganos murieron cuando su vehículo fue alcanzado por una bomba en un camino y tres mujeres murieron en sus casas debido a proyectiles que lanzaron insurgentes al norte de Kabul, informaron las autoridades el martes.
Otros dos policías resultaron heridos y su vehículo quedó destruido en el ataque de bomba en el distrito de Ghormach, informó el Ministerio del Interior. La gran mayoría de esos explosivos son colocados por milicianos del Talibán.
El ministerio dijo que las mujeres en la provincia de Kapisa murieron aparentemente en ataques con morteros que buscaban crear daños en la sede del gobierno local el lunes por la noche.
Poco antes, militares estadounidenses que dispararon contra un autobús en el que viajaban civiles fuera de la ciudad sureña de Kandahar, matando a cuatro e hiriendo a más de diez. El ataque llevó a protestas entre los residentes furiosos contra los estadounidenses.
Los ciudadanos gritaban: “muerte a Estados Unidos (EU)” y pedían el fin del gobierno afgano, además de que bloquearon una importante carretera. El incidente exasperó a autoridades afganas, donde surgió el Talibán, y propinó un nuevo revés a las acciones de EU y la OTAN por lograr apoyo popular a una ofensiva planeada para expulsar a los rebeldes de la mayor ciudad en el sur del país.

