Cinco personas murieron y al menos 30 resultaron heridas por una serie de ataques de granada de supuestos separatistas rebeldes, que estremecieron la capital india de Cachemira ayer viernes, informó la policía.
Las cinco víctimas fatales, todas civiles, murieron en el principal hospital de Srinagar. Se trata de tres mujeres y dos hombres, detalló Mushtaq Ahmad, oficial de la policía.
Medios locales reportaron que cuatro grupos islámicos rebeldes se declararon, por separado, responsables de los ataques: Jamiat-ul-Mujahedeen, Al-Mansurain, Jaish-e-Mohammad y el Frente Islámico.
Las fuerzas de seguridad tomaron la ciudad luego de las explosiones, deteniendo autos y requisando personas, mientras los citadinos huían confundidos.
Por otra parte, 13 personas resultaron ayer heridas por dos explosiones registradas en la mezquita de Delhi, la mayor de la India, que causaron pánico entre los miles de musulmanes que participaban en la oración sagrada del viernes.
Las bombas, casi simultáneas pero de escasa potencia, apenas provocaron daños en el entorno de Jama Masjid, un imponente edificio de arenisca roja y mármol blanco que domina la Vieja Delhi, la laberíntica zona musulmana de la capital india.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, pidió calma a la población mientras las autoridades declararon la alerta en templos singulares e instalaciones vitales en todo el país.

