Ahmed Abu Jatala, supuesto líder del ataque contra el consulado estadounidense en la ciudad libia de Bengasi en septiembre de 2012, llegó ayer a Washington para ser juzgado, con cargos que podrían suponerle la pena de muerte, informaron fuentes oficiales a medios estadounidenses.
Después de 10 días de viaje a Estados Unidos (EU) en un buque de la Marina, Jatala llegó a la capital estadounidense entre fuertes medidas de seguridad y fue trasladado a un juzgado del tribunal federal del Distrito de Columbia, donde enfrentará el proceso judicial por el ataque, en el que murieron cuatro ciudadanos de EU.
El sospechoso fue a trasladado a Washington en helicóptero poco después del amanecer desde el buque USS New York, en el que viajó a EU bajo la custodia de las autoridades estadounidenses, que lo capturaron a mediados de este mes en Bengasi.
Jatala, un supuesto líder regional del grupo terrorista islámico Ansar al Sharia, fue interrogado a bordo del buque de la Marina por funcionarios estadounidenses, quienes afirman que ha “cooperado” con las autoridades, según informó el diario New York Times.
El supuesto atacante fue acusado el año pasado por el Departamento de Justicia de tres cargos, entre ellos el de matar a una persona durante un ataque a instalaciones federales de EU, un delito por el que puede aplicarse la pena capital.
Las autoridades no han proporcionado por el momento información sobre cuándo comenzarán las audiencias en el proceso judicial contra Jatala, a quien el Gobierno estadounidense se ha negado a trasladar a la prisión para sospechosos de terrorismo en Guantánamo, en Cuba, pese a las peticiones de muchos republicanos.
En el ataque del 11 de septiembre de 2012 al consulado de Bengasi fallecieron varios libios, el embajador estadounidense en Libia Chris Stevens; el encargado de seguridad del Departamento de Estado Sean Smith, y dos empleados de la CIA, Tyrone Woods y Glen Doherty.
El presidente de EU, Barack Obama, calificó este mes a Jatala como “uno de los supuestos cerebros” detrás del ataque armado contra el complejo consular de Bengasi y aseguró que caería sobre él “todo el peso del sistema de justicia”.
