La llegada de un lote de 50 mil dosis de vacuna contra la fiebre amarilla y la inminente llegada de millón y medio más devolvió ayer, sábado, la tranquilidad a los paraguayos y las autoridades sanitarias, luego de un brote de esa enfermedad que mató a ocho personas en 20 días.
"Recibimos en las últimas horas las vacunas prestadas por Bolivia. Cuando aquí esté controlada totalmente la crisis se las devolveremos porque así se actúa internacionalmente con las epidemias", declaró a periodistas el coordinador del programa de vacunación nacional, Antonio Arbo.
Agregó que el otro 1.5 millón de dosis llegaría hoy, domingo, y "en la próxima semana seguramente recibiremos más dosis de Brasil y Colombia" que el presidente Nicanor Duarte gestiona con sus colegas Luiz Inacio Lula da Silva y Álvaro Uribe.
La cantidad de personas que buscaba el sábado en los hospitales públicos una inyección para inmunizarse de la enfermedad, se redujo a la mitad en comparación al lunes cuando miles hacían filas para reclamar las vacunas, que en esos días escaseaban.
En los últimos 34 años no se detectó ningún caso de fiebre amarilla en Paraguay, pero en los 20 días que lleva el brote van ocho muertos, según los informes oficiales. En Brasil la fiebre amarilla mató también este año a ocho individuos.
La enfermedad genera altos índices de mortalidad entre poblaciones urbanas.